Roksanda Illincic presenta una colección experimental a la par que comercial
El ballet y el movimiento fueron el leitmotiv de la maravillosa colección presentada por Roksanda Illincic, cuyas prendas románticas y llenas de alegría contrastaron con las lluvias de la mañana londinense.
El punto de partida fue el fermento de la artista francesa Caroline Denervaud, cuyas imponentes piezas colgantes dividieron la pasarela en dos. Como en el arte de Denervaud, en el desfile hubo atrevidas formas orgánicas creadas en tonos pastel oscuro. Asimismo, las prendas hicieron referencia al movimiento y a la danza en vestidos de noche con plisados de acordeón que triunfaron en la pasarela ubicada frente a la estación Victoria.
Por encima de todo brilló la excepcional paleta de colores, que mezcló de tonos turquesa, rosa, lima y limón. Por varios motivos, Illincic ha sido de lejos y durante bastante tiempo la más sensacional colorista de la semana de la moda de Londres. Y, en esta ocasión, lo ha vuelto a hacer.
“He estado muy inspirada por Carolina, como podéis ver. Aunque lo que quería hacer, por encima de todo, era crear un armario que sirviera para cualquier momento del día”, explicó Roksanda Illincic, nacida en Serbia y afincada en Londres.
Lo más impresionante de Roksanda, como todo el mundo dice, es su variedad. Ella puede patronar un abrigo de cashmere con la precisión de una cirujana y, en su siguiente look, mostrar un vestido de corte más artístico. Su elección de estampados semiabstractos basados en el imaginario de Denervaud fue un contraste perfecto en colores muy adecuados.
Roksanda recibió una inmensa ovación cuando se inclinó ante un público repleto de compradores, incluída Anna Wintour, que aplaudió amablemente. Incluso la elección de la música previa al desfile, Dizzy Gillespie y Miles Davis, fue perfecta para una colección que confirmó a Roksanda como una de las diseñadoras más destacadas de la zona.
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