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Diana León Banda
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5 mar. 2019
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Un invernal país de las maravillas se despide de Karl Lagerfeld

Traducido por
Diana León Banda
Publicado el
5 mar. 2019

El último desfile de Karl para Chanel este jueves en el Grand Palais fue su gran despedida, a dos semanas exactas de que el diseñador alemán falleciera en París. Este evento de moda sombrío terminó para muchos en lágrimas.


Una vista previa de la colección Otoño- Invierno 2019 collection publicada antes del show- Foto: Chanel


Estas fueron las últimas prendas que Lagerfeld dibujó y la última escenografía que concibió. Una villa alpina magnífica, con 10 cabañas de tamaño natural con chimeneas humeantes y una audiencia de unas 2000 personas sentadas en bancos de madera, rodeadas de un enorme trasfondo de los Alpes. Esta colección otoño-invierno 2019-2020 bajó el telón de una carrera en la maison que comenzó en 1983, a 12 años de la muerte de Coco Chanel.

El centro del escenario fue una cabaña con el nombre Chalet Gardenia, haciendo referencia al emblema floral de Coco. Unas 40 modelos se reunieron en el frontis del chalet, frente al gran amigo de Karl y DJ, Michael Gaubert, quien pidió un minuto de silencio. Segundos después de que terminara, la voz de Lagerfeld se escuchó en los altoparlantes reflexionando sobre su decisión de unirse a la casa Chanel.

“Cuando me lo ofrecieron, la gente me dijo: no lo tomes, es inútil, está acabado. Hoy en día se trata de la reanimación de las marcas más absurdas. Pero en esa época, uno no hacía eso. Se necesitaban nuevos nombres. Había otro mundo por construir, no sé que… Y todavía lo encontré fascinante, el personaje (Coco) y todo a su alrededor, así que cuando me preguntaron una segunda vez acepté porque todos me decían que no lo haga, que no iba a funcionar. Pero es la primera vez que una marca volvió a estar a la moda otra vez, aparentemente, algo que uno quiere. Incluso la reina madre de Inglaterra… Nunca olvidaré cuando ella salió de un coche… Hicimos que la decoración sea hermosa, te lo puedo asegurar. Una fortuna. Con flores y todo eso. Y ahí dijo ella en inglés: Es como caminar sobre una pintura. Eso nunca lo olvidaré”, dijo Karl, quien falleció el 19 de febrero pasado, a los 85 años.

El show comenzó con suave titileo de luces. Bautizado como Chanel in the Snow (Chanel en la nieve), las modelos desfilaron en una falsa nevada en una pasarela de 120 metros. Cara Delevingne, una embajadora Chanel de larga data, tuvo el honor del primer pasaje vistiendo pantalones a cuadros blancos y negros, con sombrero a juego y bajo un abrigo de pata de gallo gigante. La modelo holandesa Luna Bijl fue la encargada de cerrar el show. Solo dos looks antes de ella, Penélope Cruz, otra embajadora de Chanel, marchaba orgullosa con una falda en forma de bola de nieve.

En la profundidad del invierno, los abrigos fueron un elemento clave. Desde los abrigos a cuadros de gran tamaño en color beige y carbón en tweed, pasando por sombreros de caballero austriaco hasta una fabulosa versión a cuadros de cristal hasta los tobillos llevado por la pelirroja Mariacarla Boscono.
 
Casi todos los estilismos tenían unas botas de trekking forradas a menudo con una nueva falda acampanada que terminaba a la mitad de la pantorrilla, algunas de ellas con hermosos motivos alpinos folklóricos; o con minifaldas en tweed sin filo sobre una invención de Chanel: leggings en tweed cortados en la rodilla.

En armonía con el escenario, la final fue toda de blanco. Sastres con cortes perfectos y suéteres de cuello alto, pulseras de perlas y cinturones con hebillas. También se vieron divinas faldas en forma de bola de nieve llevadas con bolsas de cabina de teleférico miniatura, sin duda un guiño del típico humor de Lagerfeld.


La villa alpina que albergó el desfile en el Grand Palais de París - Foto: Chanel


Una colección elegante que termina una elegante carrera en la más elegante de las casas. Según su equipo, Lagerfeld visitó el estudio Chanel una semana antes de su muerte para hacer las modificaciones finales. El desfile también concluye una larga tradición de shows monumentales imaginado por Lagerfeld dentro del Grand Palais, los cuales comenzaron en 2005 y que incluyeron un virtual jardín de Versalles, una colosal réplica de la torre Eiffel, un gigantesco supermercado Chanel, una galería de arte y un denso bosque alemán.

“Es un día para recordar a un gran amigo y para recordar una vida bella. Él fue un caballero muy generoso y noble”, remarcó Gerard Wertheimer, propietario de Chanel junto con su hermano Alain.

“Karl dejó el camino que quiso. Trabajando hasta el final con pasión y rodeado de las personas que amaba. ¿Quién no quisiera eso?”, añadió Françoise Montenay, presidente de la junta de vigilancia de Chanel.

Un momento muy emotivo con decenas de actrices y exmodelos en primera fila: Marion Cotillard, Kristen Stewart, Virginie Ledoyen, Janelle Monáe, Alma Jodorowksy, Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Karen Elson.

En la pasarela, la mayoría de las modelos luchaban contra las lágrimas, desde Boscono hasta Anna Ewers.

Lagerfeld será sucedido por su mano derecha, Virginie Viard, quien ha estado a su lado por más de dos décadas.
Por primera vez, el programa mencionó que esta colección había sido diseñada por Karl Lagerfeld y Virginie Viard.

Toda de negro, Viard dio un emotivo saludo después del desfile en la puerta del chalet Gardenia. Hizo un gesto suave con la mano antes de estallar en llanto y desaparecer en el backstage. Posiblemente, ella es la sucesora mejor preparada en la historia de la moda y ya tiene fecha para su debut: en mayo presentará la próxima colección Crucero de Chanel. Esta también tendrá lugar en el Grand Palais.

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