Rick Owens presenta un desfile muy chic con Michèle Lamy como invitada estelar
Siempre es impresionante ver a un diseñador celebrar a su musa, como hizo Rick Owens el jueves. En la apertura del desfile pudo verse a Michèle Lamy, la esposa de Rick, una importante esteta y una de las mayores contribuciones de Francia a la cultura avant-garde.
Lamy realizó una larga procesión alrededor de las fuentes del Palais de Tokyo, el lugar favorito de Rick para hacer desfiles en París.
Ataviada en un vestido de cuero negro que sobresalía como un accidente automovilístico de John Chamberlain con una capa de malla flotando sobre sus hombros. Caminando con las nuevas botas hasta el muslo de Rick, terminadas con tacones de metacrilato y un corte en la parte posterior. A diferencia de lo habitual, su lápiz labial no era negro, sino rojo desvanecido. Pasando por las estatuas modernistas de la antigua diosa en una enorme columna de hielo seco.
En pocas palabras, el look de apertura de la temporada parisina.
Después de eso, las imponentes modelos con peinados de La Novia de Frankenstein tuvieron que esforzarse mucho para llamar nuestra atención, aunque su ropa era ciertamente sorprendente y admirable.
Entre nubes gigantes de hielo seco ante la fuente vacía, el desfile marcó la primera pasarela en vivo de Owens después de cuatro temporadas en las que transmitió en vivo desde su casa recientemente adquirida en la playa Lido de Venecia.
“Estos espectáculos durante la pandemia trataban de una ferocidad desafiante frente a la adversidad; pero, ¿el regreso a las pasarelas de París debería ser sobre humildad y una lección aprendida? ¿O carpe diem?”, musitó el diseñador nacido en California.
Al ritmo de los sonidos industriales de un remix de Mochipet, las modelos desfilaron con vestidos esculturales abstractos en mezclilla japonesa, tejidos en telares antiguos, o algodón orgánico certificado GOTS, sobre botas hasta el muslo que, en una inspección más cercana, eran botas de pescador recortadas.
La silueta fue la de una poderosa heroína, boleros y abrigos en forma de V invertida, con las mangas cortadas, para revelar mejor la construcción interior, con su pelo de caballo, lona y todo lo demás.
Aunque la idea más descabellada de Rick fueron los vestidos de mohair en forma de telaraña con agujeros móviles y extraíbles que parecían hilados y tejidos por una araña gigante.
Entre todo esto, se encontraban sus nuevas chaquetas de cuero y de piloto, que en esta temporada hacen referencia al concepto de hombre modular de Le Corbusier. Todas son inmediatamente un artículo de culto.
Pocos diseñadores innovadores han tenido tanta influencia en la moda en la última década como Rick Owens, por lo que fue una sorpresa cuando reveló que las modelos en un momento desfilaron sobre hojas de jazmín recogidas en su terraza en el Lido.
Nunca pensé que viviríamos para ver el día en que Rick se volviera nostálgico.
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