Ralph & Russo entra en administración judicial, pero "continúa operando"
Ralph & Russo parece ser la última víctima empresarial de la crisis sanitaria mundial que ha afectado a tantas empresas de moda el año pasado. La marca de prêt-à-porter y Alta Costura, lanzada por Tamara Ralph y Michael Russo hace 11 años, anunció el miércoles que está en administración judicial.
La compañía compartió la noticia "con gran tristeza" a través de Instagram y dijo que "se ha tomado una decisión difícil para ayudar a garantizar el éxito continuo de la empresa y reestructurar el negocio después de que la economía minorista en todo el mundo se haya visto gravemente afectada por la pandemia de Covid 19".
Los diseñadores también dijeron que tienen la intención de "que el negocio continúe operando durante este tiempo, y seguimos totalmente comprometidos con apoyar a nuestra increíblemente leal clientela global y nuestro maravilloso personal, sin los cuales nada de esto hubiera sido posible".
Dada esa declaración, se ha especulado que podría ser comprada por personas con información privilegiada en un acuerdo de administración. Pero también se cree que podría haber mucho interés de otras partes por adquirir la marca.
Había habido rumores persistentes sobre la fortaleza de la compañía este año, pero la semana pasada, un portavoz le dijo a Sky News que lucharía contra cualquier intento de los acreedores de forzarla a la insolvencia.
La compañía parecía estar en lo alto no hace muchos años y recibió un gran impulso publicitario cuando realizó el vestido que llevó Meghan Markle para anunciar su compromiso con el príncipe Harry.
Fundada en 2010, los inversores de la empresa incluían a varios empresarios muy adinerados de Gran Bretaña, como el promotor inmobiliario Nick Candy y el multimillonario John Caudwell. Tenor Holding de Lars Windhorst, que también controla La Perla, pagó alrededor de 40 millones de libras por una participación minoritaria en 2019, momento en el que la compañía estaba valorada en alrededor de 175 millones de libras.
Pero la crisis del Covid-19 asestó a la marca un golpe insuperable. La cancelación de eventos de alfombra roja, galas y bodas muy caras hizo que la demanda de vestidos de 50 000 libras se desplomara. La firma había cancelado su desfile de Alta Costura en enero, pero dijo que volvería.
La compañía tiene alrededor de 100 empleados, que han estado en suspensión de empleo durante el último año. Sin embargo, hubo informes de que los pagos del personal vencidos se habían retrasado y se señaló que se presentaron algunos alguaciles en su sede de Mayfair.
Sin embargo, Sky News también dijo el miércoles que una fuente cercana a la compañía había afirmado que el negocio estaba comenzando a recuperarse de nuevo.
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