Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
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1 mar. 2022
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Off-White y la fórmula del fracaso en la moda

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
1 mar. 2022

El pandemonio reinó fuera del show de Off-White en la antigua Bolsa de París el lunes por la noche, cientos de fans rugieron mientras entraban Rihanna y A$AP Rocky. Pero en la pasarela destacaba la clara sensación de fracaso.


Off-White, colección otoño/invierno 2022 - Off-White


Un show presentado en la noche de apertura de la temporada parisina de ocho días que culminó con un aplauso terriblemente tibio, a pesar de la presencia de modelos como Naomi Campbell, Cindy Crawford, Kaia Gerber, Kendall Jenner y las hermanas Hadid.

En resumen, el primer show de Off-White después de la trágica muerte de su fundador Virgil Abloh no fue un gran éxito, a pesar de todo el alboroto. Desde una invitación, que era una caja de seguridad simulada, destinada a ser abierta en 2030 por los destinatarios, hasta la extraña puesta en escena. ¿Por qué invitar a 300 invitados al gran mármol del Palais Brongniart y luego meterlos en una caja blanca? Pareció aún más claustrofóbico por la presencia de un candelabro gigante, que iba desde el techo hasta el suelo. 

Una colección desprovista de cualquier declaración de moda poderosa, en gran medida desconectada del espíritu de la época actual. Una colección anómala creada por un equipo de estudio anómalo.
 
Una apertura en gran parte monocromática de trajes perfectamente confeccionados, mini boleros antracita jaspeado con minifaldas y dejando a la vista mucha barriga y una serie muy desgarbada de suéteres con extraños patrones de chevron recortados.

Durante su intensa pero demasiado corta carrera, Abloh fue famoso por su dicho de que si cambias el 5 % de una idea, entonces puedes llamarla tuya. Su equipo sucesor claramente comparte esta noción altamente discutible. Porque mostraron bolsos de intreccio que recordaban mucho a Bottega Veneta, combinaciones de trajes de falda escocesa que recordaban a Vivienne Westwood y sombreros de jinete similares al show ecuestre de Gucci el año pasado. 

Aunque la referencia más elocuente de todas, fueron una serie de tacones en forma de vela en los talones, llevados con vestidos de cóctel. Lo que resultó en que docenas de personas de la audiencia pusieran los ojos en blanco. Porque, para un ojo instruido, inmediatamente recordaron a los looks de la colección de la temporada pasada de Jonathan Anderson para Loewe.

¿Y quién estaba sentado en la primera fila? Anderson. Justo entre Alexandre Arnault, vástago de la familia propietaria de LVMH, que ahora controla Off-White, y Sidney Toledano, jefe de la división de moda del conglomerado de lujo. Jonathan apenas aplaudió al final. Vaya sorpresa.
 
El mejor look fue en realidad el que llevaba un joven apuesto, con pantalones holgados de color rojo oscuro y botas blancas con una bandera que decía: "Question Everything" (Cuestione todo).

Un desfile dividido en dos partes, donde la segunda fue catalogada como “alta costura”. Resultó ser una serie de crinolinas modernas, realizadas con materiales novedosos. Pero ya fueran vestidos abombados de algodón blanco de estilo Grand Guignol, los looks de baile veneciano macro plisados o el look de fan de los deportes estadounidense con múltiples bufandas (merci, Conner Ives), todos parecían más artificiales que geniales.

Dicho esto, Gigi Hadid estaba realmente sensacional con un vestido escalonado de tul y tafetán, al igual que DJ Honey Dijon, con un traje masculino de terciopelo, donde una pierna del pantalón era el doble de grande que la otra. Virgil claramente contrató a un muy buen sastre. Sin embargo, nos tememos que no fue suficiente para salvar esta colección.

El día había comenzado con una hagiografía que pronosticaba un futuro dorado en una web de noticias de moda, donde los dos principales dirigentes de Off-White, Michael Burke, CEO de Louis Vuitton, donde Abloh era diseñador de menswear, y Davide De Giglio, CEO de New Guards, que controla la licencia de Off-White, predecían un futuro verdaderamente brillante para la marca de Virgil.

Afirmando que, como Christian Dior apenas pasó 10 años a cargo de su casa, la década de trabajo de Abloh en Off-White conduciría al nacimiento de una marca de moda igualmente icónica. Lo cual, en cierto modo, sonaba un poco arrogante.

Con ello debemos recordar quién sucedió a Monsieur Dior. Su nombre era Yves Saint Laurent. Los sucesores de Virgil, por el contrario, ni siquiera salieron a saludar. Quizá fue lo mejor, dado el débil aplauso condenatorio del público.

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