Martine Rose crea una discoteca cósmica en un mercado medieval
Vino, vio y bailó. Martine Rose celebró un desfile con fuerza y garra en el interior de un céntrico mercado medieval de Florencia que hacía referencia a la cultura de la música house italiana, poniendo fin a la pasarela Pitti.
Hace cinco años, un pequeño grupo de editores y amantes de la moda hicimos un larguísimo viaje al norte de Londres para ver el desfile de Rose inspirado en los clubes de Toronto. Este jueves, en Milán, invitó a los principales compradores y críticos de moda masculina a descubrir su colección para la temporada otoño/invierno de 2023 en el Mercato del Porcellino, un mercado cubierto del siglo XVI.
Martine lo transformó en una discoteca clásica, colocó espejos alrededor de sus columnas de granito y rememoró una época en la que la música dance italiana (desde los New Wavers de Bolonia hasta el famoso clásico en vinilo de 1984 Stop Bajon, de Tullio De Piscopo) cautivaba a los discotequeros británicos.
Rose mezcló a Reino Unido e Italia en su casting: jóvenes bellezas británicas emparejadas con toscanos huesudos en un desfile unisex. Muchos de los chicos venían del club de fútbol local ACF Fiorentina, una versión medieval del fútbol. Y ahí es donde Rose tenía el backstage, en la sede del club, situada en un antiguo palacio llamado Palazzo di Parte Guelfa. Un lugar peculiar repleto de lanzas toscanas, escudos y trabucos.
La colección era una mezcla ecléctica de camisas vaqueras con flecos del lejano oeste, con ideas más tradicionales como chaquetas de pana ancha (una tendencia que ha pegado fuerte en Pitti).
Aunque el punto fuerte de Rose es siempre su forma de combinar prendas nobles con otras de calle. Martine es una sastre magnífica que utiliza formas de muñeca; cuellos y paneles magnificados; volúmenes exagerados y hombros desplazados para crear ideas y proporciones muy frescas.
La combinación de chalecos de piel de oveja con pantalones de raya diplomática, o varios suéteres de Aran en tonos violetas con pantalones bombachos era perfecta.
La diseñadora mezcló un montón de logotipos mini en camisetas de ciclismo de microfibra o en forma de medallones en chaquetas universitarias, pero ninguno de ellos resultaba forzado. En ocasiones, parecía una colección de grandes éxitos de Martine Rose, pero siempre con un toque italianizador.
"Quería rendir homenaje a la cultura house cósmica italiana. Y rendir homenaje a este maravilloso lugar, que lleva casi mil años siendo un mercado. La colección muestra una gama amplia, como siempre hago, desde sastrería a ropa deportiva, y todo lo que hay entre medias. Pero, sobre todo, es un honor estar aquí", declaraba Rose tras el desfile a la entrada al mercado.
Allí se alza la Fontana del Porcellino, una estatua de bronce con un jabalí, al que los visitantes le frotan el hocico para asegurarse de que volverán a Florencia. Un indicio de lo bueno que fue este desfile era que el hocico brillaba intensamente a la luz de la luna.
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