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Hernandez Sebastian
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4 mar. 2018
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La visión brutalista, audaz y berlinesa de Givenchy

Traducido por
Hernandez Sebastian
Publicado el
4 mar. 2018

Brutalista, audaz y generalmente hermosa, a veces un poco sórdida, elegante y moderna. Esta descripción se ajusta tanto a Berlín como a la nueva colección de Givenchy, inspirada en la capital alemana.


Givenchy – otoño-invierno 2018 - Mujer - París - © PixelFormula


El casting del desfile, que contó con una impecable organización en el enorme pabellón del Palacio de Justicia de la capital francesa, dividido en secciones curvas separadas por muros de terciopelo de 10 metros de altura, desfiló vigorosamente, como acostumbran hacerlo los berlineses.

La diseñadora de Givenchy, Clare Waight Keller, claramente ha hecho su investigación durante el día y en horas de la noche, en una ciudad donde los ciudadanos adoran una cierta magnificencia sombría, al igual que este desfile. La colección estuvo repleta de pieles nobles, con abrigos de lobo siberiano de cuerpo entero, abrigos de marinero en piel de castor y looks en lince propios de una esposa de multimillonario. Con la diferencia de que todos y cada uno de ellos era de piel falsa. Es difícil recordar otra colección con pieles falsas tan convincentes, a decir verdad.

Las pieles fueron grandiosas, con cueros de apariencia realista y acabados aceitosos y cuestionables, lo que los hizo aún mejores. Las pieles llenaron chaquetas con hombros medievales, túnicas cuadradas y abrigos de mangas anchas, a menudo con cremalleras para darle un toque extra de aspereza.

Para momentos más íntimos, un maravilloso vestido descuidado de encaje color berenjena, y una combinación bastante elegante con un chaleco algo masculino, un gran lazo y fragmentos de seda blanca. Por todas partes se vieron flecos, recordando cómo las mujeres jóvenes solían vestirse para ir a los clubes nocturnos. La colección se tituló Night Noir.

"Comenzamos con todo el choque cultural, la burguesía versus la contracultura; desde la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro, y eso resuena en los cueros grasientos y sórdidos. Hay una verdadera sensación de brutalismo que me encanta de Berlín, y la sensación de viajar en la ciudad y coger el metro elevado para ir a bailar. Eso todavía resuena”, explicó la sonriente diseñadora británica, al son de una banda sonora que mezclaba los sonidos del tren U-Bahn.

Fue un desfile mixto en el que las modelos eran auténticas chicas berlinesas, desde la artista que presenta su última apertura en un impecable traje negro azabache bajo de un maravilloso abrigo blanco de gran tamaño, hasta la DJ de techno en pantalones acampanados de los 80 y botas con cremallera de superhéroe; o las excelentes chaquetas de piloto fuera de servicio. Práctica pero genial, la ropa que un chico podría ponerse en el restaurante más chic de Borchardt y en el legendario club de toda la noche de la ciudad, Berghain.

El desfile incluyó la nueva bolsa inteligente, llamada Jaws (Tiburón), "ya que se llena de todo", la bolsa de tamaño de papel A4 con forma de libro llamado The Gem (La Gema) o las nuevas y cautivadoras botas de policía con cremallera diagonal. Sobra decir que el evento también incluyó varias piezas que, seguro, serán un éxito comercial.

Claramente, la temporada de debut de Waight Keller trabajando en el laboratorio de Alta Costura de Givenchy le ha ayudado a encontrar su enfoque en la casa, después de una complicada colección inicial de prêt-à-porter en septiembre. Su habilidad para combinar una silueta muy refinada con flecos, encajes y vestidos muy femeninos evidencia a una diseñadora que ha encontrado su elemento con creciente seguridad.

Aunque hay pocas industrias más internacionales que la moda, recordemos que se trata de una diseñadora británica que rinde homenaje a una ciudad alemana en la capital de Francia; el chovinismo siempre acecha bajo la superficie. Los críticos británicos se agruparon en el backstage, rodeando a Waight Keller en un halo de alabanza, mientras los italianos, con los labios apretados, se retiraron silenciosamente, sin terminar de digerir del todo la salida de su compatriota, Riccardo Tisci, de la casa.

Lo cual fue una pena, porque esto fue una gran victoria para Waight Keller. Dentro del juzgado más grande de Francia, la balanza de la justicia de la moda acaba de declarar a la diseñadora ganadora.

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