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Ana Ibáñez
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31 may. 2019
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La venta minorista en Japón sufre una desaceleración por temor a la guerra comercial

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Reuters API
Traducido por
Ana Ibáñez
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31 may. 2019

La producción industrial de Japón se recuperó en abril, aunque las ventas minoristas crecieron a un ritmo más lento, lo que sugiere que tanto la demanda interna como la externa podrían sufrir fuertes presiones en un golpe a la economía a medida que se intensifica la guerra comercial entre China y Estados Unidos.


Datos independientes muestran que las ventas minoristas aumentaron un 0,5% en abril respecto al año anterior, por debajo de la estimación media que preveía un incremento anual del 0,8%. - Reuters


Los analistas advierten que es demasiado pronto para volverse optimistas con respecto a la producción de Japón, ya que las esperanzas de encontrar una rápida solución a la disputa comercial entre entre Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, se desvanecen.

Además de la incertidumbre sobre la política comercial, las acciones de automóviles japoneses sufrieron una caída el viernes después de que el Gobierno de Trump anunciase la imposición de aranceles a todos los bienes procedentes de México hasta que se frene la inmigración ilegal.

Muchos fabricantes de automóviles japoneses producen sus coches en México para exportarlos luego a Estados Unidos.
Los economistas también creen que el gobierno de Japón y el banco central podrían verse obligados a ofrecer algún tipo de estímulo si las perspectivas de crecimiento siguen deteriorándose.

"Los datos no reflejan del todo el impacto de la última ronda de subidas arancelarias de Estados Unidos (en China). Es probable que la producción de Japón se ajuste a la baja en el futuro", declaró Hiroaki Muto, economista jefe del Centro de Investigación Tokai de Tokio.

"Si el yen aumenta, el Banco de Japón puede hacer algo con un preanuncio de política monetaria o compras de activos, pero el estímulo fiscal normal no funcionará", añadió.

La producción industrial aumentó un 0,6 % en abril respecto al mes anterior, por encima de la estimación media fijada en un 0,2 % y tras una disminución del 0,6 % en marzo.

Los datos muestran que los resultados se vieron impulsados por un aumento en la producción de automóviles, piezas de aviones y máquinas usadas para la elaboración de pantallas planas.

Los economistas opinan que el aumento en la producción industrial se debió en parte a que las empresas japonesas cargaron la producción antes de una jornada festiva de 10 días que tuvo lugar desde finales de abril hasta principios de mayo.

Sin embargo, y más preocupante, los inventarios de semiconductores y piezas electrónicas aumentaron al ritmo más rápido en siete meses, lo que sugiere que la débil demanda en ese sector también afectará la producción en el futuro.

Los fabricantes encuestados por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria esperan que la producción aumente un 5,6 % en mayo y disminuya un 4,2 % en junio, según muestran los datos.


Intensificar la guerra comercial
 
La tensión entre Washington y Pekín se intensificó a principios de este mes después de que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusara a China de haber "incumplido" sus promesas anteriores de realizar cambios estructurales en sus prácticas económicas.

Más tarde, Washington impuso aranceles adicionales de hasta el 25 % a productos chinos por valor de 200 000 millones de dólares, lo que llevó a Pekín a tomar represalias.

Una desaceleración en China es perjudicial para Japón porque muchos de sus fabricantes dependen de la venta de maquinaria pesada y piezas electrónicas a fábricas de la segunda economía más grande del mundo.

La economía de Japón se aceleró inesperadamente en el primer trimestre, pero esta expansión sorpresa se debió principalmente a que las importaciones disminuyeron más rápido que las exportaciones, mostrando que tanto la demanda externa como la interna fueron débiles.

Los datos independientes mostraron que las ventas minoristas aumentaron un 0,5 % en abril respecto al año anterior, por debajo de la estimación media que preveía un incremento anual del 0,8 %.

Sin embargo, supone una desaceleración desde el 1 % de aumento anual del mes anterior, ya que los compradores redujeron el gasto en ropa y coches, lo que sugiere que algunos consumidores podrían volverse cautelosos antes del aumento del impuesto a las ventas a nivel nacional programado para octubre.

"No estamos viendo un repunte en las compras de bienes duraderos, lo que sugiere que los consumidores están controlando el gasto", explicó Hiroshi Miyazaki, economista sénior de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities.

"Es posible que el gobierno tenga que crear un estímulo aún mayor tras el aumento de los impuestos sobre las ventas si la economía no repunta", agregó.

El índice de precios al consumidor (IPC) de Tokio, que incluye productos derivados del petróleo pero excluye los precios de los alimentos frescos, subió un 1,1 % en mayo respecto al año anterior, frente a un aumento del 1,3 % en abril.

Según los datos, la desaceleración del aumento de los precios de la electricidad y el gas limitó las ganancias en el índice.

La tasa de desempleo mejoró hasta un 2,4 % en abril frente al 2,5 % en marzo, y la proporción entre trabajos y solicitantes se mantuvo estable en 1,63.

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