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La identidad indígena resurge en la moda mexicana

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EFE
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7 nov. 2012

México - Las prendas con bordados a mano que por años han elaborado y lucido las mujeres indígenas llegan a las pasarelas de moda y a las calles mexicanas gracias a los diseñadores que apuestan por volver a las raíces.




Diseño de la marca “Paulina y Malinali” de inspiración indígena. Foto: paulinaymalinali.com



"Nuestra moda está inspirada en amar quienes somos (...), en nuestras raíces, en lo que somos como mexicanas actuales, por eso utilizamos los textiles indígenas, porque amamos el trabajo de las manos hacedoras de México y lo reinventamos nosotras para hacerlo moda", dijo hoy a Efe la diseñadora Paulina Fosado.

Junto con su hermana fundó hace diez años su marca, "Paulina y Malinali", a la que califican como "moda mexicana contemporánea" porque "es ropa para mujeres de hoy, pero utilizando el gran legado cultural que tenemos, que es parte de quienes somos".

Pese a que su firma es pequeña porque si no, aseguran, perdería su esencia, las diseñadoras contaron que cada día tienen más trabajo porque hay más mujeres a quienes les encanta salir con prendas así.

"Antes te ponías algo indígena y la gente lo veía un poco hasta disfraz y realmente nos da mucho gusto que cada vez vemos que las mexicanas valoran mucho más el ponerse una prenda con el trabajo mexicano", aseguró Paulina.

De hecho, en opinión de Malinali, hay un "boom" en el mundo con la moda, el diseño indígena es inspiración, pues muchos grandes diseñadores utilizan para sus creaciones tejidos, bordados e impresiones "en copia de los textiles mexicanos".

Cada una de sus piezas es única, algunas para uso cotidiano y otras para ocasiones especiales, y pueden costar desde unos 2.500 pesos (unos 152 euros o 195 dólares) una blusa con bordados hasta los 15.000 (900 euros o 1.160 dólares) o 20.000 (1.200 euros o 1.542 dólares) un vestido de gala.

El proceso de creación comienza con la compra de los textiles y después se diseña la pieza, unas cinco por semana, la mayoría por encargo.

Así trabaja también el diseñador Armando Mafud, quien se considera uno de los precursores del uso de los tejidos tradicionales en su moda, que define "con fuerza" y "acentos mexicanos muy definidos para una mujer que tiene personalidad".

"Son piezas únicas todas, es una fusión entre lo moderno y lo indígena sin llegar a ser folclórico", explica el diseñador, quien también produce piezas bajo encargo con un precio a partir de 5.000 pesos (300 euros o 385 dólares).

Consciente de este "boom" actual del uso de estos materiales, Mafud alertó del peligro de que se dé un mal uso de los mismos y de que se falte al respeto a los artesanos.

"Todo tiene un respeto a los artesanos, a los indígenas, y ese respeto se tiene que marcar muy bien en lo que haces", dijo el diseñador, quien contó que no basta con ponerle una flor bordada a un pantalón vaquero, sino que "tiene que haber una idea, una línea, una proyección".

Las jóvenes diseñadoras de la firma de complementos Maka lo vieron claro cuando hace dos años acabaron la universidad, eran tiempos en los que hacía falta volver a los orígenes.

"México estaba pasando por una crisis (...) y creímos que era muy buen momento para presentarle al mundo las cosas buenas que tiene nuestro país que ofrecer", dijo a Efe Karla Urruchúa, una de las dueñas de la firma.

Trabajan con indígenas de Chiapas, quienes les hacen los bordados para sus complementos, sobre todo bolsos, y luego llegan al Distrito Federal para ensamblarlos con las pieles y hacer piezas únicas.

Fabrican entre 100 y 150 piezas al mes, la mayoría bolsos con precios a partir de 2.000 pesos (120 euros o 154 dólares).

"Queríamos dar a conocer a la gente aquí en México y en el extranjero todas las técnicas artesanales que tiene nuestro país, haciendo comercialmente viables y que no fueran solo un souvenir, que fueran de calidad y pudieran competir a nivel global", añadió.

En opinión de la joven de 25 años, las tendencias van hacia mezclar lo étnico y lo indígena con lo moderno, para dar una seña distinta de identidad.

Según Paulina Fosado, México "necesita reencontrarse" con sus orígenes. En este momento complicado por la ola de violencia que sufre el país, "la gente se ha unido" y acercado a su esencia, y esto se refleja en la moda.

"Nos estamos reencontrando (con nuestras raíces) y por eso la gente cada vez más piensa, ¿por qué no ponerme algo de México cuando soy mexicana?", añadió la diseñadora.

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