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Ana Ibáñez
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21 dic. 2022
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La Camera della Moda italiana ayuda a jóvenes inmigrantes a incorporarse a las grandes casas de lujo

Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
21 dic. 2022

La Cámara Nacional de la Moda Italiana (CNMI) pone en marcha la segunda edición de su proyecto "Fashion Deserves the World", destinado a integrar a inmigrantes y refugiados en el tejido industrial y creativo del made in Italy. Es una gran oportunidad para que la institución haga balance de esta iniciativa, lanzada en junio de 2021 con el apoyo de la start-up Mygrants y la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, dando la palabra a tres jóvenes talentos de la primera edición, que ahora trabajan en importantes casas de lujo.


Jennifer, Ghizlane y Ahmed con Carlo Capasa - CNMI

 
El año pasado, de entre casi 1000 solicitudes, la Camera della Moda seleccionó a 15 personas, inmigrantes o refugiados menores de 35 años interesados en la industria de la moda y que ya hablaban un poco de italiano, lo que les permitió acceder a un curso de formación específico y conseguir unas prácticas en una casa de moda. Fendi, Gucci, Valentino, Moncler, Zegna y el grupo Aeffe, entre otros, han respondido a la llamada.
 
Los 15 candidatos procedentes de África, Oriente Medio y Rusia recibieron primero un curso de formación básica en línea, adaptado a sus capacidades, y luego tuvieron la oportunidad de profundizar sus conocimientos mediante un periodo de prácticas. Algunos de ellos renovaron las prácticas y otros decidieron continuar la aventura en solitario creando su propia empresa. Varios de ellos consiguieron contratos indefinidos o renovaciones por otros seis meses. Entre ellos, Ghizlane, Ahmed y Jennifer, que vieron cómo su vida cambiaba al hacer realidad su sueño.


Competencias y trayectoria


 
Ghizlhane (27), hija de inmigrantes marroquíes, creció en la Toscana. En su familia hay bordadoras y tejedoras (su madre fabricaba alfombras), pero no se planteaba dedicarse a la moda que es lo que a ella le gustaba.

"Hice un bachillerato profesional en topografía. Después conseguí hacer un curso de diseño en el Istituto Burgo de Pisa. Gracias al proyecto de la Camera pude cumplir mi sueño. Me contrataron como becaria en Gucci, donde durante seis meses pude familiarizarme con las distintas profesiones", explicó. La enviaron a la fábrica de Novara, donde la marca insignia de Kering produce sus prototipos, y allí trabaja en el taller de sastrería.
 
Ahmed, de 31 años, llegó a Italia en 2018 con un visado de turista, sin conocer el idioma ni saber nada de la península. Licenciado en Económicas, este egipcio, que llevaba cinco años trabajando para una gran empresa internacional, tuvo que abandonar su país tras la Primavera Árabe. Pensó que pronto encontraría un trabajo parecido en Italia, pero no tardó en decepcionarse.

"Muy pronto me hicieron comprender que no era posible. Empecé a aprender el idioma y trabajé en una pizzería, primero como friegaplatos y luego como ayudante de cocina. Después de tres años, por fin conseguí el permiso de residencia", dice.
 
Tras una pausa forzada a causa del coronavirus, encontró trabajo como repartidor de almacén en la Bolsa de Milán, con un horario de 3 a 9 de la mañana. Al mismo tiempo, presentó su solicitud a la Camera della Moda. Fue seleccionado y empezó sus prácticas en Fendi, la empresa italiana del grupo LVMH, mientras mantenía su trabajo en la bolsa.

"Me alegró mucho poder poner el pie en un sector tan elegante. Después de varios periodos de prácticas, me contrataron de forma indefinida en el departamento financiero y ahora trabajo en la sede central de Roma, en el Palacio de la Civilización Italiana", dice pletórico.
 

La segunda edición se centrará en los oficios manuales - CNMI


Jennifer (36) es nigeriana y llegó en 2013 a la pequeña isla de Lampedusa tras una travesía en patera. Una experiencia traumática de la que no quiere hablar.

Soy refugiada. Empecé trabajando para una comunidad, mientras estudiaba para convertirme en educadora social. Siempre quise dedicarme a la moda, pero no hay becas para las escuelas de moda. Son muy caras y aquí estoy sola", explica la joven, que empezó a hacer cursos de costura y patronaje en línea en YouTube.
 
"La oportunidad que me ofreció la Camera della Moda llegó justo en un momento en que quería cambiar mi proyecto de vida. Tuve suerte. Me contrataron como becaria en el grupo Aeffe, en San Giovanni in Marignano. Al principio me ayudaron con el alojamiento y luego me hicieron un contrato de un año. Trabajo como costurera. Hago los prototipos para Moschino. Es genial", dice con una amplia sonrisa.
 
"¡Todas estas historias nos hacen darnos cuenta de que tenemos que hacer más! Iniciamos este proyecto para promover el cambio y fomentar las buenas prácticas. Es un proyecto innovador que funciona. Hemos encontrado talentos apasionados", ha dicho el presidente de la Cámara de la Moda, Carlo Capasa, durante una conferencia dedicada a la presentación del proyecto.

"Hablamos mucho de las habilidades manuales de los artesanos italianos. Queremos transmitir estos conocimientos a todo el mundo y convertir Italia en el Silicon Valley de la moda en Europa", ha concluido.
 
La nueva edición de "Fashion Deserves the World" comienza esta semana. A partir de ahora y hasta marzo-abril de 2023 se seleccionará a 15 nuevos talentos, esta vez centrándose en la artesanía y el made in Italy, para cubrir sobre todo los cargos más solicitados por las empresas del sector, como sastre, patronista y bordador.
 

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