Kith podría destronar a Supreme
¿Ha encontrado Supreme un digno retador en el campo de la ropa de calle prémium? La marca neoyorquina Kith se consolida como un competidor cada vez más serio. Inaugurada en 2011 en Manhattan, la primera tienda Kith se ha convertido rápidamente en un lugar fundamental para los fanáticos de los diseños de calzado de vanguardia. Todo se debe a Ronnie Fieg, su fundador de 35 años de edad, que ha estado en la industria del calzado desde hace 22 años y que se ha hecho un nombre creando modelos de zapatillas.
Tras cinco años, la tienda ya no es la única de la marca. Tiene cuatro tiendas en los Estados Unidos, más una tienda dedicada a la línea infantil que acaba de ser inaugurada, y también opera con espacios de venta en Bergdorf Goodman y en el multimarca Hirshleifers. Sobre todo, dio origen a una marca con el mismo nombre, con un elegante estilo urbano y una reputación creciente. Después de firmar colaboraciones con los principales jugadores del streetwear, del deportes y del estilo de vida como Adidas, Puma y Nike, pero también Off-White, Timberland y Columbia, Kith se ha establecido en el mercado estadounidense. Recientemente ofreció colaboraciones exitosas con la exclusiva marca italiana Moncler (chaquetas de plumas, zapatos y una colaboración a tres bandas entre Kith, Moncler y Asics que lanzará esta semana), pero también con la japonesa Nonnative, con una estética militar premium, con las que Kith ha iniciado una nueva etapa. Así, ha adquirido una dimensión a la vez de lujo e internacional.
Esta trayectoria recuerda a la marca neoyorquina del logo rojo que se ha vuelto el líder del mercado en pocos años. Supreme, que también fue fundada como boutique en 1994 en Lafayette Street, primero sedujo a las marcas urbanas y los especialistas en zapatillas. Al establecerse como un socio clave con su enfoque de vanguardia, su fundador, James Jebbia, quien se rodeó de talentosos diseñadores y vendedores, ha firmado gradualmente cápsulas con marcas de prêt-à-porter y de lujo, encantados por esta legitimidad streetwear en la que un logo masivo, la elección de materiales poco convencionales y los vivos colores son signos de reconocimiento.
Uno de los puntos más destacados fue el lanzamiento de una línea con Louis Vuitton a principios de 2017. La lista de marcas que iniciaron colaboraciones con Supreme se ha alargado aún más desde entonces. La reputación y el potencial comercial del sello atrajeron la atención de los fondos de inversión hasta la llegada de Carlyle. El fondo estadounidense habría adquirido el 50% de la marca, valorándola en más de 1.000 millones de euros.
Pero, ¿fue demasiado el crecimiento? Las colas a la entrada de las tiendas Supreme para los lanzamientos de productos los jueves todavía están allí. Pero a través de todo tipo de colaboraciones y con un accionariado tan poderoso, ¿no se arriesga la marca a perder su legitimidad?
Kith podría disfrutar el cambio de marea. La legitimidad de Ronnie Fieg y sus fuertes conexiones con personas influyentes y el sector de los medios de opinión (Hypebeast, Highsnobiity) le permiten que tenga un aura cada vez más fuerte entre los Millenials y la próxima generación. Además, el estilo elegante y simple de sus colecciones, que diferencia claramente a Kith de Supreme, es un fuerte argumento para seducir a las marcas de lujo. Aun así, la marca debe validar su potencial internacional.
A pesar de las pruebas, como una tienda efímera con Puma en París en 2014 o una operación temporal este verano en Tokio, el canal minorista de Kith es solo estadounidense. Supreme, en cambio, está presente en los Estados Unidos, pero también en Europa y Asia, con 11 tiendas. En este nicho, el sello japonés Bape, que pertenece al grupo IT de Hong Kong, también está moviendo sus piezas. Cuenta con 33 puntos de venta en el mundo y acaba de abrir en París anunciando otros desarrollos. Claramente, es otro pretendiente a la corona.
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