Por
Reuters
Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
25 nov. 2022
Tiempo de lectura
4 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

Kering se enfrenta a la difícil tarea de buscar sustituto para el director creativo de Gucci

Por
Reuters
Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
25 nov. 2022

La presión sobre Kering aumenta tras la sorprendente salida de Alessandro Michele, el exuberante director creativo de Gucci (principal marca del grupo), al tiempo que la casa de moda italiana se enfrenta a una ralentización del crecimiento.


Gucci - primavera-verano 2023 - desfile de mujer - Milán - © PixelFormula


La salida del diseñador que lleva 20 años en Gucci, siete de ellos como director creativo, llega en el momento en que Kering busca dar un nuevo impulso a la marca que representó dos tercios de sus beneficios el año pasado, y antes de la lucrativa temporada de vacaciones.

Según fuentes cercanas, había fuertes tensiones entre el diseñador y la junta directiva.

"Hay momentos en los que los caminos se separan por las perspectivas diferentes que cada uno puede tener", afirmó Alessandro Michele el miércoles en el comunicado en el que anunciaba su marcha.

El presidente y director general de Kering, François-Henri Pinault, calificó de "momento extraordinario" el camino emprendido por Alessandro Michele dentro de Gucci.

Aún no se ha nombrado un sucesor.

Los analistas opinan que esta salida crea un vacío que la firma debe llenar rápidamente.   

"En nuestra opinión, esto plantea algunos interrogantes sobre la ejecución y la evolución de la marca en los próximos meses", declaró Chiara Battistini, analista de J.P. Morgan, en una nota el jueves. 

"Es algo más que la salida de uno de los diseñadores más icónicos de la última década", señalaron los analistas de Jefferies, que afirmaron que la medida supone un "replanteamiento más profundo" de la marca.   

"La siguiente etapa es seguramente más complicada ahora", añadieron. Las acciones de Kering, cuya capitalización bursátil supera los 66 000 millones de euros, están a la zaga de los demás gigantes del sector del lujo. Han perdido una cuarta parte de su valor durante año.


Mocasines de piel



Alessandro Michele, de 49 años, ha revitalizado la marca con su estilo excéntrico y fluido, popular entre los compradores más jóvenes.

Entre sus primeros éxitos se encuentran los mocasines forrados de piel de más de 1000 dólares, característicos de la marca, y el bolso Dionysus con su cierre en forma de cabeza de tigre, que se vende por unos 900 dólares en las versiones más pequeñas.

Anteriormente, encargado del diseño de accesorios, su ascenso en 2015 como jefe de la dirección artística contribuyó a impulsar los beneficios, que se cuadruplicaron en 2019 hasta alcanzar una facturación que se disparó hasta casi 10 000 millones de euros, frente a una facturación anterior por debajo de los 4000 millones.

Sin embargo, durante los últimos años el crecimiento se ralentizó, mientras que a nombres como Dior y Louis Vuitton, propiedad del grupo de lujo rival LVMH, les ha ido mejor.

Las ventas del tercer trimestre de la división de moda y marroquinería de LVMH aumentaron un 22 %, mientras que las de Gucci subieron un 9 %, por debajo de las previsiones del mercado. Una ralentización que algunos analistas atribuyen a la pérdida de interés por el estilo del diseñador, quienes dudan que se logre el objetivo fijado en junio de alcanzar unas ventas anuales de 15 000 millones de euros a medio plazo.

La firma también ha sufrido los efectos de los confinamientos relacionados con el coronavirus en China, donde cuenta con una amplia red de tiendas y una mayor exposición que otros pesos pesados del sector.

China representa alrededor del 35 % de las ventas anuales de Gucci, según estimaciones de Barclays, frente al 27 % de la división de moda y marroquinería de LVMH y el 26 % de Hermès.


Borrón y cuenta nueva



El tiempo no está del lado de la emblemática marca.

Aunque un cambio tan radical es positivo, "podría tardar un año en ver los resultados de cualquier cambio estético", explicó UBS, haciendo alusión a los tiempos de diseño y producción.

Según los observadores del sector, hay un gran número de posibles sucesores, entre los grandes diseñadores o los relativamente desconocidos, que podrían salir de Gucci como Alessandro Michele.

Un cambio radical podría tener un efecto de "tabula rasa", un borrón y cuenta nueva para la marca, como hizo Demna en Balenciaga. Otra posibilidad es aprovechar el liderazgo de un diseñador anterior, como lo hizo Anthony Vaccarello, quien continuó el legado de Hedi Slimane en Saint Laurent, explicó Serge Carreira, responsable de la iniciativa de marcas emergentes de la Federación de Alta Costura y Moda (FHCM, por sus siglas en francés).

"También se puede tener un momento de statu quo (...) tomar un descanso durante un año", añadió.

"Todavía hay estudios, equipos y fábricas muy competentes", continuó.

El equipo actual podría seguir diseñando colecciones, como hizo el equipo masculino de Louis Vuitton tras la muerte del diseñador Virgil Abloh el año pasado.

Pero teniendo en cuenta la fuerza de la estética y la identidad de marca de Alessandro Michele, un cambio de posicionamiento podría significar más una "revolución que una evolución", subrayó Chiara Battistini de J.P. Morgan.

"En nuestra opinión, podría significar un periodo de relativo caos, tanto operativo como financiero, que podría dejar en suspenso la revalorización de Kering por el momento", concluyó.
 

© Thomson Reuters 2024 All rights reserved.