Industria textil: ¿fin del abastecimiento low cost?

A medida que los salarios aumentan en los países productores a nivel global, el abastecimiento textil de bajo costo es un reto cada vez más complejo. Esta es la conclusión presentada por un informe del Boston Consulting Group, que invita a los actores de la industria textil a dejar atrás su organización basada en la presión de los costos de producción.

“Durante décadas, los fabricantes de ropa han trabajado bajo la hipótesis de que los costos de mano de obra deben ser mantenidos en el nivel más bajo posible, de modo que la ropa pudiera ser producida a precios competitivos”, explica el BCG. Esta idea, ampliamente difundida en la industria, ha generado desplazamientos de un país a otro en función del aumento de los costos de producción. “Un día, y probablemente sea muy pronto, este movimiento llegará a su fin”.

Según el gabinete internacional de consultoría, la optimización de las herramientas existentes de producción pasará a ser el factor clave para la reducción de los costos. Tres puntos clave son mencionados: la innovación, que debe permitir el aumento en la eficiencia de los procesos; la colaboración, especialmente en términos de la estandarización de medidas para hacer que los costos sean más transparentes; y la proliferación, con el objetivo de gestionar en forma más activa las necesidades relacionadas con materias primas.

Por el momento, el BCG no considera que la competencia basada en los bajos costes salariales tenga futuro, citando la obstrucción del mercado birmano y los problemas de eficacia generados por la mano de obra poco calificada y, en la mayoría de los casos, pobremente equipada. El BCG también mencionó las falencias estructurales relacionadas con la electricidad, el agua y la seguridad, recordando tragedias como la del Rana Plaza en Bangladesh en abril de 2013.

Industria textil: ¿fin del abastecimiento low cost?

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