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Rocío ALONSO LOPEZ
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31 mar. 2023
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Esprit registra pérdidas anuales, pero se muestra optimista de cara al futuro

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
31 mar. 2023

Esprit Holdings ha publicado sus resultados de 2022 y, como ya se había señalado, la empresa ha registrado pérdidas. De hecho, su pérdida de explotación fue de 642 millones de dólares hongkoneses (75 millones de euros/ 82 millones de dólares) frente a un beneficio de 416 millones de dólares un año antes.


Esprit


Los ingresos cayeron a 7060 millones de dólares hongkoneses (826 millones de euros), frente a los 8300 millones de los 12 meses anteriores. El beneficio bruto también descendió, de 4400 millones a 2870 millones de dólares hongkoneses (336 millones de euros). El beneficio antes de impuestos había sido de 386 millones de dólares un año antes, pero este año esas cifras se barajaron en una pérdida de 683 millones de dólares (80 millones de euros). La pérdida neta fue de 664 millones de dólares (77,6 millones de euros), tras un beneficio de 381 millones hace un año.

La empresa declaró que "el año había sido muy difícil", con sus resultados "gravemente afectados por el desfavorable entorno económico, sobre todo en Alemania y el resto de Europa, y los efectos perjudiciales a corto plazo de los esfuerzos de reestructuración del grupo, cuyo objetivo es garantizar un futuro mejor".

Con una caída de los ingresos del 15 %, está claro que calificar el año de "difícil" no es una exageración. 

Los decepcionantes resultados se atribuyen principalmente a "una inflación obstinadamente alta, que se traduce tanto en tipos de interés elevados como en expectativas de nuevas subidas de los tipos de interés"; los elevados precios de la energía "derivados de la excesiva dependencia de Alemania del gas natural procedente de Rusia, y las consiguientes presiones sobre los gastos de subsistencia de los hogares"; y la persistencia del conflicto entre Ucrania y Rusia.

Esta situación "dañó gravemente la confianza de los consumidores y redujo su deseo de gastar".

En el conjunto del año, el margen de beneficio bruto fue del 40,7 %, un 7,9 % menos, ya que la empresa utilizó las rebajas para reponer el stock vinculado al relanzamiento de la marca y como reacción a la baja confianza de los consumidores. También influyeron los costes de transporte.

Los ingresos anuales se redujeron, ya que la venta mayorista, su mayor segmento, cayó un 8 % hasta los 2600 millones de dólares hongkoneses (304 millones de euros), "impactada por la atonía del mercado europeo y el debilitamiento de la confianza del consumidor".

El e-commerce es casi tan importante para la empresa como la venta mayorista, y también descendió un 29 %, hasta los 2500 millones de dólares hongkoneses (292 millones de euros). 

Pero esto se vio compensado en parte por el aumento en su siguiente segmento más importante, el canal minorista, ya que los clientes volvieron de las compras online durante la pandemia a las tiendas físicas. Los ingresos por ventas minoristas del año se mantuvieron prácticamente estables en 1700 millones de dólares hongkoneses o 199 millones de euros (y a tipo de cambio constante aumentaron un 11 %).

Por su parte, el segmento de licencias creció un 8 %, pero es el más pequeño de la empresa.

A pesar de las malas noticias, Esprit declaró que "a pesar del nefasto entorno empresarial del año, la empresa se esfuerza continuamente por mejorar y potenciar sus operaciones, con el objetivo de lograr un futuro más brillante y exitoso".

El año pasado se comprometió a "acelerar el crecimiento de su marca mediante la creación de centros empresariales de innovación y tecnología", denominados Esprit Futura. Estos centros "combinan investigación y venta minorista bajo el concepto Futura". El objetivo es "permitir a los clientes interactuar con la marca a través de la ropa en persona, la experiencia online y otras experiencias interactivas".

La primera apertura tuvo lugar en Ámsterdam en septiembre (que es una ubicación centralizada para el diseño y la innovación en denim), y recientemente ha puesto en marcha su segundo centro en Nueva York, que alberga sus esfuerzos creativos, de marca y de marketing. 

Hong Kong sigue siendo su sede central, mientras que en Ratingen (Alemania) continúa gestionando su negocio omnicanal en Europa.

En el segundo semestre del año pasado, la empresa también abrió pop-up stores en ciudades clave para "impulsar el reconocimiento de la marca en todo el mundo". En Asia, abrió tiendas en Hong Kong y Seúl, mientras que Los Ángeles y Nueva York fueron elegidas estratégicamente para volver a entrar en el mercado norteamericano, además de lanzar una web de e-commerce en Estados Unidos.

La marca ha modernizado sus tiendas minoristas en Europa, empezando por la flagship store alemana de Dusseldorf. 

Esprit también ha incrementado su inversión en marketing y ha invertido en tecnología como parte de su estrategia de modernización.

 

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