El diseñador colombiano Esteban Cortázar presentó en la Semana de la Moda de París sus "electrizantes" propuestas para la próxima temporada de primavera-verano dibujando a una mujer valiente, decidida y salvaje.

El que fuera director creativo de Emanuel Ungaro hace protagonistas de sus prendas al blanco eléctrico, los dorados metalizados y los tonos tierra que combinan a la perfección con la piel de serpiente.

Un veterano de la moda parisina como Cortázar no tiene miedo a arriesgar y mezclar ideas que vienen del más puro estilo étnico y tribal con un futurismo galvánico.

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Cortes asimétricos, colas, y un gran protagonismo del "crop top" se entremezclan con detalles muy elaborados en la configuración de los complementos, como sandalias cargadas de abalorios, cadenas como adorno en faldas y chaquetas y peinados extremadamente trenzados que evocan al estilo indígena o aborigen.

En ocasiones se adivina un juego con los brillos y predomina el punto, dejando ver el negro en algunos de sus diseños más sofisticados.

Los abrigos, los vestidos de cóctel, mini shorts y maxi pantalones vaporosos son una referencia también en esta muestra, marcada por un cierto exotismo y un carácter indómito.

El llamativo "look" que se crea con las maxi chaquetas y algún que otro vestido monjil evidenciaron un corte innovador y chic que demuestra la apuesta por la vanguardia de Cortázar (Bogotá, 1984).

Esta colección de "prêt-à-porter" sugiere fuerza y contundencia, tal como se marcaba en el ritmo del desfile en el Palacio de Bellas Artes de París, con pasos rápidos y firmes de las modelos bajo un fondo sonoro de música muy alta y estridente.

Un estilo agresivo y desenfadado, pero elegante al mismo tiempo, con fuerte personalidad y con ese poso rebelde del creador que no se olvida de sus orígenes latinoamericanos incluso en la elección de la música de apertura la cabecera "Una pierna que respira veneno de serpiente" de la banda puertorriqueña de hip hop "Calle 13".