El "quiet luxury" se abre paso en la moda

Solo los verdaderos conocedores más refinados lo saben. Atrás quedan los grandes logotipos que exhiben los influencers y los nuevos ricos para dar lugar a una moda más minimalista y recatada, pero más costosa, con la que buscan distinguirse las personas más adineradas, los viejos ricos. La tendencia se denomina “quiet luxury”, que impulsa la moda elitista atemporal para las personas en lo más alto de la pirámide social.

Los amantes de la serie fenómeno "Succession" probablemente ya conocerán, sin saberlo, el "quiet luxury", tendencia que poco a poco se está consolidando como la tendencia del año en la moda. La poderosa y acaudalada familia Roy, que lidera un auténtico imperio mediático, ya lo domina a la perfección, e incluso ha participado sin duda, aunque no en su democratización, a la que aún no hemos llegado, sino al menos en su nuevo protagonismo adquirido. La idea es resaltar la fortuna a través de un armario discreto, casi minimalista, que sólo un puñado de conocedores reconocerá. Una antinomia que permite que el público interesado, al que podría llamarse los antiguos ricos, se diferencie de los nuevos millonarios, independientemente del campo de predilección… aunque los influencers parecen ser un blanco principal.

Minimizar el lujo ostentoso

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Ningún miembro de la familia Roy se atrevería a aparecer en público con un bolso adornado con la doble G de la casa Gucci, el estampado de cuadros escoceses de Burberry o el monograma de Louis Vuitton. Demasiado popular y reconocible. En 2023, el máximo lujo radica sobre todo en no lucir piezas ostentosas, al contrario de lo que encontramos actualmente en las redes sociales. Porque hay que decirlo, los principales influencers, ya sea que vengan de reality shows o YouTube, aman, y necesitan, que reconozcamos lo que usan en un abrir y cerrar de ojos. ¡Es la manía de los logotipos en su máxima expresión! Y hay que reconocerlo, si bien en un principio ciertas grandes casas se mostraron reticentes, hoy se benefician ampliamente de esta visibilidad que parece no tener límites.

Aun así, los famosos "viejos ricos", que hasta ahora disfrutaban de esta ostentosa moda, decidieron desmarcarse de las masas, reinterpretando por completo los códigos del lujo. De esta forma, el "quiet luxury" se ha impuesto naturalmente como la respuesta a todos sus males. Ya no se trata de exhibir logotipos, estampados de firmas y otros bolsos emblemáticos de tal o cual casa, sino que ahora el objetivo es permanecer discreto, en el lujo silencioso, que solo los conocedores podrán reconocer y apreciar.

Menos es más

Como puede sobreentenderse, con la tendencia del "quiet luxury ", las piezas minimalistas y atemporales son las predilectas. La tendencia se centra en prendas de cortes y materiales sofisticados, con énfasis en la artesanía, pero se usan en colores lisos, sin forma de identificarlas. The Row, la marca de lujo fundada por las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen, es un referente en términos de "quiet luxury", con abrigos atemporales que se venden a precios entre 3000 y 12 500 euros, aproximadamente, al igual que las casas Bottega Veneta, Brunello Cucinelli, Loro Piana o, incluso, Saint Laurent.

Se podría pensar, con razón, que esta tendencia está reservada para un puñado de expertos, pero solo hay que darse una vuelta por TikTok para darse cuenta de que los usuarios ya la han adoptado. El hashtag #quietluxury ya ha generado más de 50 millones de visitas, lo que demuestra el interés por este nuevo lujo silencioso. Al igual que muchas tendencias que vienen desde lo alto de la pirámide social, no debería permanecer en secreto por mucho tiempo… Algo que debería empujar a los más adinerados a empezar a pensar en un nuevo armario para seguir distinguiéndose.