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21 jul. 2021
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El mercado italiano del lujo se reorganiza

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Hernandez Sebastian
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21 jul. 2021

Las consecuencias de la pandemia están sacudiendo la industria del lujo en general, y la italiana en particular. Después de revisar su distribución debido al cierre de tiendas y paros de producción, en 2020 las marcas se vieron forzadas a repensar su modelo, acelerando el desarrollo digital y sostenible, lo que requiere de muchas inversiones significativas. Muchas no han tenido más remedio que abrirse a nuevos inversores o socios, como lo demuestra el aumento de acuerdos anunciados en los últimos meses. Como es el caso de Etro, que acaba de vender el 60 % de su capital a L Catterton; de Ermenegildo Zegna, que está a punto de empezar a cotizar en la Bolsa de Nueva York, o incluso de LVMH, que ha anunciado contar ahora con una participación mayoritaria en Off-White, después de haberse hecho con el 100 % en Emilio Pucci el mes pasado.


Campaña primavera-verano 2021 - etro.com


Las operaciones se han multiplicado en el mercado transalpino porque su tejido industrial todavía es rico en diamantes en bruto, así como en empresas medianas-grandes, las famosas multinacionales de bolsillo, que siguen siendo propiedad de las familias fundadoras. Por no hablar del poder de atracción que tiene el Made in Italy, ahora más que nunca, en un mercado de lujo ávido de firmas históricas y auténticas. Al mismo tiempo, las marcas más frágiles, que han sufrido mucho por la pandemia, han tenido que recurrir a ayudas estatales. Corneliani evitó así la quiebra a principios de año, gracias a una inversión inyectada por su accionista Investcorp y por el Gobierno nacional. Algunas han pasado a manos de grupos más grandes o fondos italianos.

En diciembre de 2020, Moncler fue el primero de la lista con Stone Island, insignia de la ropa deportiva de lujo transalpina. Al mes siguiente, la cadena de bajo costo OVS se hizo con la marca Stefanel. En marzo, fue el turno del holding de Renzo Rosso, OTB (Only the Brave), de anunciar la adquisición de la marca alemana Jil Sander, que ya era gestionada desde Italia a través de Onward Luxury Group.

Al mismo tiempo, Made in Italy Fund, el fondo de inversión operado por la sociedad gestora Quadrivio Group, en una sociedad conjunta con la agencia de comunicación Pambianco, se hizo con la marca contemporánea de prêt-à-porter Dondup, cinco meses después de hacerse con la marca urbana de lujo GCDS. En junio, el grupo chino Fosun adquirió la marca de calzado Sergio Rossi. Y hace unos días, la marca siciliana Giglio.com anunció su intención de empezar a cotizar en la bolsa de Milán.


Razones estratégicas y tácticas



"Dos razones explican esta aceleración de acuerdos en el mercado. La primera es estratégica. Las dificultades han aumentado para la industria. Con la revolución digital, acelerada por la pandemia, el número de frentes en los que las empresas deben gastar se ha disparado", subrayó Luca Solca, analista sénior a cargo del lujo en Bernstein.

"La segunda es más táctica. Posiblemente ya se ha alcanzado el pico de las múltiples adquisiciones. Tras los resultados financieros del primer trimestre de 2021, vamos a ver un alza en las proyecciones para los años 2021 y 2022, y una moderación progresiva de los múltiplos”, añadió.

En general, la competencia ha aumentado, mientras que las inversiones se han incrementado en términos de distribución, producto, comunicación, digitalización, cadena productiva responsable y expansión en el exterior, especialmente en China, mercado imprescindible y fundamental para el sector. Si bien 2020 ha impulsado a las marcas de lujo a reducir sus costes, agilizar sus procesos y limpiar sus balances para superar la crisis generada por el Covid-19, 2021 se perfila como el año de la consolidación. Para los grupos más fuertes, que han resistido mejor gracias a su fortaleza y endeudamiento limitado, este es, sin duda, el momento adecuado para fusiones y adquisiciones.


La cotización de Zegna se daría a través de una SPAC con el holding italiano Investindustrial - © PixelFormula


"De hecho, esta efervescencia de mercado se esperaba, por un lado, debido a los gigantes y marcas del lujo que ya tienen un alto desarrollo en el sector digital, y por el otro, a las marcas muy especializadas o monoproducto, así como las de tamaño medio, que sufrieron mucho el año pasado. Para empezar de nuevo y seguir siendo competitivas, necesitan buenas finanzas, por lo tanto, un socio o un fondo de inversión”, analizó el abogado Gianluca Ghersini del despacho Gianni & Origoni, especializado en fusiones y adquisiciones en el mundo del lujo y la moda.


"Entre los depredadores, hay firmas de capital privado, grandes grupos de lujo o sociedades financieras", Gianluca Ghersini



Como recordatorio, el sector textil-confección transalpino, que cuenta con 45 000 empresas y emplea a 400 000 personas, pasó de una facturación total de 56 000 millones de euros en 2019, de los que 32 800 corresponden a la exportación, a 42 600 millones (27 500 de exportación) en 2020, según estimaciones de Sistema Moda Italia (SMI).

“Entre los depredadores, hay firmas de capital privado, grandes grupos de lujo o sociedades financieras en busca de oportunidades o marcas que hayan sido exitosas en el pasado para relanzarlas. La pandemia simplemente ha acelerado el proceso”, dijo.

"Vamos a presenciar un fenómeno de agregación, porque estas empresas, por sí solas y siendo demasiado pequeñas, no pueden lograrlo. No tienen la capacidad de hacer frente a los costes adicionales que genera la pandemia. Los proveedores del sector Made in Italy, a menudo altamente especializados en una categoría de producto, se verán obligados a unirse, ampliando sus gamas de servicios con diferentes tipos de productos complementarios. En cuanto a las casas que necesiten capital para relanzarse, probablemente serán compradas”, continuó.

Es claro que el mercado italiano está en movimiento, sobre todo si se consideran las operaciones que llevan a cabo varios fondos de inversión italianos en el extranjero. Comenzando con Style Capital, que en diciembre de 2020 adquirió una participación mayoritaria en la marca australiana de prêt-à-porter para mujeres Zimmermann. Al mismo tiempo, Exor se apoderó de la marca china Shang Xia de manos de Hermès. El holding de la familia Agnelli, también accionista mayoritario del fabricante de automóviles Stellantis y de Ferrari, así como del grupo de prensa The Economist y del club de fútbol Juventus, adquirió el pasado mes de marzo el 24 % del capital de la famosa marca de calzado Christian Louboutin por 541 millones de euros.


¿Una posible asociación italiana?



Muchos observadores están dispuestos a apostar que no se detendrá ahí. Muchos, de hecho, ven a Exor como un potencial agregador de marcas de lujo. Luca Solca es una de ellas.

"Probablemente veremos operaciones de consolidación en el mercado de lujo italiano. Me parece que Exor está interesado en desempeñar este papel", afirmó.

El grupo OTB de Renzo Rosso, que ya es un pequeño centro de moda en sí mismo, también se menciona a menudo. Después de haber sido durante mucho tiempo presas de jugadores internacionales, colosos franceses como LVMH y Kering o el fondo qatarí Mayhoola, dueño de Valentino, entre otras, o la estadounidense Michael Kors, que se hizo con Versace en 2018, las casas italianas ahora parecen más listas para unirse. La idea de integrar diferentes realidades del Made in Italy, preferiblemente complementarias, en una nueva entidad local ya no parece impensable.

"La creación de un gran grupo de lujo italiano todavía parece muy lejana", afirmó, no obstante, Gianluca Ghersini.

"El problema es que el mercado sigue estando muy fragmentado y especializado. Además, los italianos siempre se han inclinado a pensar más en términos industriales que en términos económicos, por lo que nunca ha nacido un polo de este tipo en la Península", explicó, al tiempo que señala la especificidad del mercado italiano.

"La mayoría son empresas familiares, que en general están bien gestionadas, pero tienen dos límites: el del desarrollo y el de la sucesión. El mercado transalpino puede ofrecer, por tanto, oportunidades muy interesantes porque el sector ciertamente necesita capital y administradores", opinó.


Giorgio Armani está en el centro de una intensa especulación - SGP


No es casualidad que los grupos cuyos nombres circulan más en este momento entre bastidores de bancos y firmas financieras sean Giorgio Armani y Dolce & Gabbana, que aún están en manos de sus fundadores y no tienen sucesores. Entre los objetivos potenciales también se menciona a Salvatore Ferragamo, otra empresa familiar, al igual que a Brunello Cucinelli, que cotiza en bolsa.


Posibles nuevos acuerdos en el verano



La primavera pasada, Dolce & Gabbana negó una posible fusión con Kering, pero dijo que estaba dispuesta a unirse a "un proyecto italiano más grande". Por su parte, Giorgio Armani admitió por primera vez que era posible para su grupo "pensar en una fusión con una importante empresa italiana", no necesariamente del sector de la moda. Sin dar más detalles, el modisto se limitó a afirmar "que no se preveía un comprador francés".

Mientras tanto, el sector de la producción transalpina ha comenzado a reorganizarse. En octubre de 2020, los fondos VAM Investments, Fondo Italiano d´Investimento e Italmobiliare dieron origen al Gruppo Florence, presentándolo como "el primer centro productivo de ropa de lujo en Italia". En pocos meses, esta nueva entidad incorporó a cuatro fabricantes italianos históricos: Giuntini SpA (prendas de abrigo y tejidos ligeros), Ciemmeci Fashion Srl (productos de piel y cuero), Mely’s Maglieria Srl (tejido de punto) y Manifatture Cesari (especializada en jersey).

En 2020, los directivos de Onward Luxury Group, la filial de lujo del grupo japonés en Europa, se hicieron cargo de los activos de la empresa que fue desmantelada para crear la nueva entidad High Italian Manufacturing co., que reúne a cinco fabricantes especializados en calzado, tejido de punto, marroquinería y confección, y varias marcas pequeñas.

Otro ejemplo, hasta ahora impensable en Italia, es la asociación de Prada y Ermenegildo Zegna que, en una sociedad sin precedentes, adquirieron cada uno el 40 % de la hilandería italiana Filati Biagioli Modesto, especializada en la producción de cachemira. En una entrevista reciente, Renzo Rosso también dijo que quería realizar adquisiciones en su cadena de suministro.

Entre proveedores y marcas, es probable que el mercado italiano se siga moviendo y se reserve algunas sorpresas para las próximas semanas. Los rumores hablan de dos o tres posibles nuevos acuerdos antes de las vacaciones de verano.

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