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Diana León Banda
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22 sept. 2021
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El fallecimiento de Richard Buckley provoca una abrumadora expresión de amor y respeto

Traducido por
Diana León Banda
Publicado el
22 sept. 2021

La industria de la moda ha respondido con abrumadoras expresiones de afecto a la pérdida de Richard Buckley, uno de sus editores más estimados.


Richard Buckley con Tom Ford - Foto: Tom Ford Instagram


Buckley falleció a los 72 años el domingo en Los Ángeles.
 
"Con gran tristeza, Tom Ford anuncia la muerte de su amado esposo durante 35 años, Richard Buckley. Richard falleció en paz en su casa de Los Ángeles anoche con Tom y su hijo Jack a su lado. Murió por causas naturales tras una larga enfermedad", indicó un comunicado del diseñador Tom Ford.

Desde que se conoció la noticia de su muerte, literalmente miles de amigos y colegas, entre compañeros editores, diseñadores, estrellas de cine, directores de comunicación, altos ejecutivos, compradores y aficionados a la moda, han expresado su admiración en las redes sociales.
 
"Su intelecto y su pasión por el conocimiento siempre me dejaron boquiabierta, y el brillo de sus ojos se clavaba en lo más profundo de tu corazón cada vez que tenías la suerte de sentirlo", sostuvo la diseñadora Stella McCartney, madrina de su hijo Jack.
 
Mientras que Rita Wilson, otra madrina de Jack, comentó en Instagram: "Richard era una de las personas más divertidas y salvajemente creativas que conozco. Tenía un ojo artístico tan increíble (para ir junto con sus propios ojos de color aguamarina). Richard era un escritor increíble. Cuando describía algo te transportaba a las profundidades de la experiencia, el momento, el tiempo y el lugar".
 
Hombre notablemente elegante, dotado del tipo de acento americano que uno asocia con los protagonistas de la Edad de Oro de Hollywood, Buckley comenzó su carrera periodística tras dejar la universidad, incorporándose al New York Magazine en 1979.
 
En 1982, se trasladó a París, donde inmediatamente se ganó una reputación como editor europeo especialmente perspicaz del Daily News Record, el equivalente en moda masculina de la biblia de la industria Women's Wear Daily.
 
Al darse cuenta de su potencial, John Fairchild, el legendario jefe de WWD y W Magazine, lo nombró redactor jefe de Scene, una versión junior de W en 1986. A pesar de la aclamación de la crítica por la publicación, Fairchild cerró Scene en dos años, descarrilando la carrera de Buckley, pero nunca su lacónico sentido del humor ni sus elegantes buenos modales.
 
Él conoció a Ford en un ascensor en los años 80 y le invitó a una cita, y ambos se hicieron inseparables después. Llegaron a tener un hijo juntos, Jack, al que Richard llevaba ocasionalmente a los desfiles en Londres. Evidentemente, era un padre enormemente orgulloso, y a menudo hablaba de las alegrías de convertirse en uno.
 
Ford acabaría alcanzando el estrellato de la moda en Gucci, mientras que Buckley se dedicaba al periodismo de alta calidad como editor de Vanity Fair.
 
Tras un paréntesis en Milán, Buckley fue nombrado redactor jefe de Vogue Hommes International, publicación que dirigió durante media década, no exenta de polémica.
 
Antes de que Ford se marchara de Gucci en 2004 y él de Condé Nast, la pareja se instaló en una casa en Mayfair y comenzó a criar a su hijo. Para una pareja que había pasado la mayor parte de su vida adulta en el candelero, fueron cuidadosamente reticentes a la hora de exponer a Jack a los medios de comunicación, y existen pocas fotos del joven en la red.
 
Para los editores que lo conocieron en sus últimos años, Buckley siguió siendo el más cortés de los hombres.  A lo largo de su vida, nunca perdió su ingenio seco y su porte militar de espalda recta. La dignidad que mostró durante su larga batalla contra el cáncer fue un ejemplo para todos.
 
Le sobreviven Tom Ford y su hijo Alexander John Buckley Ford.
 
Inis vitae sed non amoris (el fin de la vida, pero no del amor).
 

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