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21 may. 2023
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Dior toma a Frida Kahlo como musa en su viaje de mariposas y bordados en México

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21 may. 2023

Tláloc no quiso perderse el encuentro entre Dior y México. El dios azteca de la lluvia se hizo presente la noche del 20 de mayo, momentos antes del inicio de la primera gran pasarela de Dior en América Latina, y acompañó la colección Crucero 2024 de Maria Grazia Chiuri a lo largo del patio principal del Colegio de San Ildefonso, una de las edificaciones coloniales más importantes y punto de referencia del centro histórico de la capital del país.


Crucero 2024 - Dior


La elección del recinto que data de 1583 fue todo menos una casualidad. El espacio, que anteriormente fue la Escuela Nacional Preparatoria, formó parte de los grandes cambios del sector educativo nacional tras el fin de la Revolución Mexicana, ofreciendo a las mujeres por primera vez en la historia la posibilidad de ingresar de manera libre. Además, en 1922, se convirtió en la casa de estudios de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, personaje al que Chiuri reinterpretó bajó una estética contemporánea en su Crucero 2024. Los más de 90 looks desfilaron ante murales de José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros artistas que marcaron el curso del siglo XX .

La que sin duda fue la cita de moda más importante de México, por el peso histórico de la casa francesa, acogió a invitados como Naomi Watts, Alicia Keys, Laetita Casta, y las artistas mexicanas Yalitza Aparicio, Karla Souza y Aislinn Dérbez, al son de canciones tradicionales como la Marcha de Zacatecas y El Pastor, que fueron interpretadas por mujeres mariachis vestidas en trajes rosas y detalles de mariposas. Este último elemento fue el hilo conductor de la colección en un guiño a la misma Frida, quien en su propia metamorfosis proclamó: "El arte más poderoso de la vida es hacer del dolor un talismán que cura, una mariposa que renace florecida en fiesta de colores".

Las mariposas como ejemplo de transformación volaron entre vestidos, faldas, blusas amplias y trajes de dos o tres piezas, en una comunión artesanal entre la cultura mexicana, con el máximo savoir-faire de Dior.  

Bajando las escaleras hacia el patio principal, algunas de las modelos trenzadas fueron complementadas en pasarela con lentes oscuros, botas y sombreros de ala corta y levantada. Las mariposas por su parte aterrizaron en piezas de joyería y accesorios elaborados en los talleres Plata Villa en la Ciudad de México, bajo técnicas de meticulosa orfebrería 100 % artesanal.
 

Crucero 2024 de Dior - Dior


Cabe resaltar que el Crucero 2024 de Dior en México contó con el respaldo de la Secretaría de Cultura, dependencia gubernamental encabezada por Alejandra Frausto. La incansable luchadora contra el plagio y la apropiación cultural señaló tras un encuentro con la diseñadora italiana que el mejor homenaje a las culturas vivas de México es el respeto y la colaboración, agradeciendo a Maria Grazia Chiuri y a Dior por mostrar respeto hacia la comunidad artesanal.

"Original sí, copia no. Colaboración sí, plagio no", sentenció.

Bajo esta premisa, la casa francesa colaboró con comunidades mexicanas en los impecables bordados y tejidos presentes en la colección, que incluyó también versiones de chales, chalecos, huipiles (blusa tradicional) y capas. Días previos al desfile, Maria Grazia Chiuri hizo un viaje exprés a Oaxaca, estado que la vio regresar tras las visitas de 2015 y 2017, donde visitó el Museo Textil en preparación para el fashion show mexicano. 

La colección, diseñada mayormente en colores blanco y negro, fue escoltada por transparencias, bordados y estampados de trazos de flora y fauna, además de propuestas en azul, morado, distintas tonalidades de verde, un llamativo rosa mexicano y el rojo bandera.

Fue precisamente en un vestido rojo, con bordados sobre el pecho, en el que la creativa romana manifestó uno de los máximos símbolos patrios mexicanos: el escudo nacional, que muestra la ​figura de un águila real posada sobre un nopal. A diferencia del lábaro actual, la imagen bordada al frente del vestido de Dior muestra el perfil derecho del águila mientras devora la serpiente. 


Crucero 2024 - Dior


El desfile culminó con un performance de la artista feminista mexicana Elina Chauvet y la marcha de cerca de una veintena de vestidos blancos con bordados rojos. Las delicadas piezas revelaron algunas de las frases más famosas presentes en las obras de Frida, sobresaliendo aquella de 1935 : "Unos cuantos piquetitos", en la que la pintora mexicana denunció la violencia machista de un hombre que mató a su mujer de 20 puñaladas y que en tono burlón se defendió en los tribunales declarando que le había dado sólo "unos cuantos piquetitos". La historia no es ajena a la actualidad que se vive en México, donde la violencia contra las mujeres es noticia de todos los días y que tan solo en 2022 registró 947 feminicidios.

El amor que Maria Grazia Chiuri, una confesa feminista, ha declarado por México en repetidas ocasiones, acompaña el sentimiento que el mismo Christian Dior materializó a través de dos vestidos, uno bautizado "México" en 1953, y otro de nombre "Mexique", presentado dos años antes. Una impecable pieza confeccionada en tul marrón bordado con lentejuelas doradas y realzado por una cinta de terciopelo en el pecho; dicho vestido fue reinterpretado por John Galliano para su colección de Alta Costura del otoño de 2008.

El diseñador británico también tuvo oportunidad de expresar su cariño por México a través de una versión especial del "Saddle Bag", bolso creado por él mismo en 1999. Para celebrar su décimo aniversario en Dior, Galliano diseñó 12 modelos de edición limitada, cada uno representando un país que influyó en él y en su estética, incluyendo en la lista a México.

Fuera del romanticismo, la decisión de elegir a México como sede del desfile es bien avalada en términos comerciales para la firma gala, teniendo en cuenta que, tal como afirmó a inicios de mayo Camilo Daza, director regional de Dior en el país, México es el primer mercado de lujo de América Latina y el número 15 a nivel global.

Fue tal vez el propio Monsieur Dior quien anticipó la importancia de México en el lujo mundial y su atractivo para acoger un apoteósico desfile como este. En su autobiografía Dior By Dior, el couturier francés resaltó que para 1948, a solo dos años de poner en marcha su casa de moda, ya había firmado acuerdos de comercialización en Inglaterra, Canadá, Cuba, Australia, Chile, y por supuesto, México.
 

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