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Chanel se compromete con la lucha contra el calentamiento global
Chanel muestra a su vez su compromiso en términos de desarrollo sostenible y emergencia climática. A diferencia de otros grupos de lujo, que han hecho de este argumento un tema recurrente e importante de su comunicación, la casa de lujo francesa, que afirma haber alcanzado la huella de carbono cero en 2019, nunca se había comunicado tan claramente como hasta ahora sobre este tema. Lo hace con ocasión de la publicación de su informe “Chanel Mission 1.5°”, que detalla su estrategia para luchar contra el cambio climático.
La marca, que se unió al “Fashion Pact” en septiembre, ha decidido alinearse con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de 2015, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global promedio a 1,5° Celsius. Para lograr esto, ha definido cuatro campos de acción: reducir su huella de carbono y la de su cadena de suministro, cambiar a electricidad renovable, equilibrar sus emisiones residuales de carbono y financiar proyectos destinados a acelerar la transición hacia un mundo que genere menos gases de efecto invernadero.
Chanel se compromete en primer lugar a “reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 50 % en todas sus actividades para 2030, una reducción del 66 % en comparación con 2018 y por producto vendido, y al mismo tiempo reducir las emisiones de su cadena de suministro un 40 % en comparación con 2018 y por producto vendido”. Esta medida implicará principalmente el abastecimiento, que siempre es más responsable.
Para lograr este objetivo, la casa planea cambiar a “electricidad 100 % renovable en todas sus actividades para 2025”, por ejemplo, equipando sus ubicaciones con paneles solares. La idea es aumentar la proporción de origen renovable en su consumo total de electricidad, del 41 % en 2019 al 97 % en 2021. Para llegar a eso, Chanel indica que “se unió a RE100, una red compuesta por empresas influyentes que se compromete con el uso de electricidad renovable”.
Quedan las emisiones residuales de carbono. Mientras se compromete a “descarbonizar sus propias operaciones y su cadena de valor”, Chanel financiará proyectos para compensar su impacto residual, “en particular invirtiendo en operaciones para preservar el medio ambiente natural, como los proyectos de reforestación o protección de manglares y turberas”.
Finalmente, la casa también financiará proyectos de adaptación al cambio climático “con el fin de ayudar a las comunidades más frágiles a adaptarse a las consecuencias del cambio climático, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de los pequeños agricultores y empresarios, mientras desarrollan cadenas de suministro de materias primas resistentes, tanto dentro como fuera de nuestra cadena de valor”.
El grupo también invierte en strart-ups, a través de participaciones minoritarias. En junio de 2019, ingresó en el capital de la start-up de química Evolved by Nature, que desarrolló una técnica y un material innovador llamado “Activated Silk”, una seda natural pura en forma líquida. En diciembre de 2018, a través de su empresa Chanel Parfums Beauté, el grupo también participó en la start-up finlandesa Sulapac, que desarrolló un nuevo material, reciclable en el entorno industrial y completamente biodegradable en el medio marino.
A través de este anuncio, “Chanel hace un compromiso muy claro con una economía de menos emisiones de carbono. Chanel Mission 1.5° forma parte de nuestra visión a largo plazo, es la expresión de nuestra ambición de contribuir a este gran desafío para toda la humanidad y colocar el futuro de nuestro negocio en un mundo más sostenible”, enfatizó en un comunicado de prensa Andrea d'Avack, director internacional desde hace cinco años del desarrollo sostenible del gigante lujo.
“El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo. Requiere acciones urgentes para limitar sus efectos negativos sobre el medio ambiente y provocar cambios profundos”, puntualizó.
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