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23 ene. 2013
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Bread & Butter: una sesión más calmada pero muy internacional

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23 ene. 2013

El Bread & Butter era esperado por todos los visitantes y expositores con la pregunta del millón: ¿cómo se comporta el salón berlinés que tuvo que hacer frente a los problemas en el mercado del denim y, por consecuencia, del sector de la moda urbana? Al final, después de tres días, los expositores que fueron interrogados se declararon relativamente felices. Los organizadores, que no publican sus cifras después del regreso del salón a Berlín en 2009, simplemente afirman que los visitantes extranjeros representaron el 70% del total.

El Bread & Butter prepara lo que viene con una nueva configuración de los pabellones para julio próximo.


El número de japoneses incluso llegó a doblarse. No obstante, a diferencia de las veces anteriores, la afluencia fue muy débil durante la primera mañana. La sociedad que organizó el evento confirmó en cierto modo la impresión de los visitantes, “el hecho de haber adelantado el salón un día fue sin duda alguna positivo. En lugar de haber tenido un viernes calmado, tuvimos, del martes al jueves, tres jornadas con afluencia similar”, precisa el comunicado. “Tuvimos una buena edición. La operación – personalizar sus jeans - volvió a atraer público a los stands. Del lado francés, los compradores fueron menos numerosos, tal vez unos veinte”, comentó Phillipe Atlani, director de la filial francesa de Pepe Jeans. Así, tuvo la oportunidad de encontrarse con los compradores de Kaky Crazy, de Fiesta, de Gedenim, del Citadium e incluso de las Galerías Lafayette. “En Berlín constatamos claramente que la oferta está menos concentrada y que el Bread & Butter se he vuelto más calmado, sobre todo el último día”, comentó Anne-Katrin Hummel, de Flip*Flop.

Al igual que en todos los salones, las marcas no se sintieron de la misma forma en términos de su ubicación. "Estamos muy contentos con el salón y el pabellón era muy bueno en términos de ambiente de marcas. La oferta fue revisada y esto es algo bueno ", dijo Jerome Tordjmann, encargado de la exportación de Eleven Paris.

No obstante, en general esta edición fue vista como una de transición. De todas formas, Karl-Heinz Müller, que pasó algún tiempo (tal vez demasiado) en la conferencia de prensa explicándole a los periodistas la ausencia de grandes marcas, desde Replay a Miss Sixty, pasando por Levi’s, presentó un esbozo del salón de julio próximo. En el programa, el Lock, dedicado a las marcas auténticas como Barbour, Aigle o Armour Lux, ganará una contraparte femenina, cuyo nombre no ha sido revelado. Una iniciativa para feminizar la imagen del evento. "Los minoristas están buscando nuevas marcas de jeans femeninos ", señala Emmanuel Goffaux de Liu Jo.

La ausencia de los grandes nombres del denim y la reconfiguración de los pabellones han beneficiado a marcas como T. Freeman Porter, Eleven Paris, Le Temps des Cerises, Elvine, entre otras, gracias a una mejor visibilidad de los stands. "Estamos al final de un ciclo, como ocurre aproximadamente cada diez años. Tuvimos el outdoor urbano con Timberland, Chevignon, el deporte de calle con Com8, lo urbano con Diesel, G-Star, Kaporal. ¿Y mañana? Creo que tendremos el preppy británico o el bobo italiano", concluye Jean-Paul Chouraqui, co-fundador de la marca Fiesta.

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