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28 ene. 2015
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Brasil y España suben a la Alta Costura de París con el modisto Gustavo Lins

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EFE
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28 ene. 2015

París - El modisto brasileño Gustavo Lins, único miembro latinoamericano del selecto club de la Alta Costura, regresó el martes al calendario oficial en París con una colección que recupera sus orígenes y los imaginarios de países en los que ha vivido.

"Hay en la silueta algo muy español, con una sensualidad brasileña y un diseño parisino", explicó a Efe este creador asentado desde hace varios lustros en la capital francesa.

El brasileño Gustavo Lins al final de su desfile en París | Foto: Derechos reservados


Su vuelta a las pasarelas, tras un año y medio dedicado a otros proyectos, como la apertura de una tienda en el barrio parisino de Le Marais, fue con un desfile en el Museo de las Artes Decorativas.

Allí vieron la luz unas prendas que surgieron de la admiración por la artista plástica y escultora franco-estadounidense Niki de Saint Phalle, quien con sus obras hizo gala de su compromiso feminista y político.

A Lins le interesó no solo la vinculación de su producción creativa con la de Antoni Gaudí, sino la tensión que generaba una mujer que, trabajando en un medio de hombres, demostraba "una fuerza viril y masculina".

"Esta dicotomía entre la parte masculina y femenina de verdad me inspiró para esta colección", precisó el diseñador, que hizo desfilar a varones para demostrar "cómo hay un paso muy sutil entre el vestuario masculino y el femenino y cómo todo está imbricado".

La "alegría de vivir" que transmiten las piezas de Niki de Saint Phalle y el uso que ella hace del color fueron los elementos que Lins absorbió para diseños que incorporaron amarillo, verde o azul.

Lins apoyó sus prendas en formas estructurales, una decisión que procede de su fascinación por Cristóbal Balenciaga, a quien considera "un excelente costurero, que sabía coser y por eso podía inventar lo que quería".

El modisto de Guetaria no ha sido su única referencia ibérica, sino que también ha trasladado a sus obras una dimensión "muy dramática, muy trágica de la cultura española".

"El hecho de haber vivido en España dos años y medio me marcó, porque fue allí donde decidí pasar de la arquitectura a la moda", indicó el diseñador, que siguió los consejos de un profesor suyo de Barcelona que supo valorar su talento en el ámbito textil.

En esta colección rindió homenaje al país en el que encontró su vocación con prendas como "faldas con volantes que hacen pensar en 'Las meninas' de Velázquez, pantalones de talle muy alto como los que llevan los caballeros en la Feria de Sevilla y chaquetas muy cortas".

Su creación también se vio influida por el estudio de la obra del fotógrafo José Ortiz Echagüe, que le permitió acercarse a la manera en que éste "veía las Españas".

De Brasil, Lins incorporó el lado más "acuático y vegetal" que contrastó con la rigidez del diseño de París. Esta triple combinación de herencias configuró prendas como una estola de pitón bordada con cristales de roca o un vestido con cuello de visón.

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