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AFP-Relaxnews
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Hernandez Sebastian
Publicado el
13 feb. 2023
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Alejada de las pasarelas, la talla M se apoya en el "body positive" y toma las redes sociales

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AFP-Relaxnews
Traducido por
Hernandez Sebastian
Publicado el
13 feb. 2023

¿La moda ahora se ha vuelto realmente inclusiva? Aunque no pueden negarse los avances de los años recientes en materia de identidades, morfologías y etnias, la industria de la moda siempre parece excluir determinados rasgos y criterios de sus pasarelas y sus campañas. Tal es el caso de la talla mediana, la famosa talla 42 de Europa, que nunca es destacada por los actores de la industria, pero que busca imponerse en el mundo de la moda.



Los estudios en Francia demuestran que es normal tener dificultades para encontrar ropa en las tallas 40 y 42 en las tiendas, a pesar de que esta talla representa la estatura media de las mujeres francesas, según la última campaña nacional de medición organizada por el Instituto Francés del Textil y la Confección (IFTH). Más de un tercio de las mujeres (37 %) usan tallas 40 o 42 en Francia, frente a sólo un 5 % que usa la 36 (talla S) y un 9 % que usa la 46 (talla L). Estos datos evidencian la importancia que debería tener esta talla en la moda.

Además, aunque la estatura media es mayor en Estados Unidos, está claro que a las mujeres les desanima, por no decir que les molesta, no ver más modelos de talla mediana en las pasarelas o en campañas publicitarias, y esto sucede en todo el mundo, o casi.

Este malestar se ha apoderado de las redes sociales, hasta el punto de que los hashtags #midsize y #midsizefashion (talla mediana y moda en talla mediana, en español) ya acumulan 4200 y 2700 millones de visualizaciones. Esta resistencia parece organizarse para declarar el fin de la invisibilidad de la talla 42, una talla mediana de la que las mujeres no quieren tener que avergonzarse. Nacido en 1996, pero democratizado hace solo unos años, el movimiento "body positive" tiene como objetivo lograr la aceptación y el reconocimiento de todo tipo de cuerpos, de los que la talla mediana representa esencialmente una gran proporción. Algo que actualmente rara vez, por no decir nunca, es tomado en cuenta por los gigantes del prêt-à-porter y la alta costura.


Moda excluyente



En años recientes, las pasarelas se han vuelto más heterogéneas, con más modelos negros, por ejemplo, pero también con morfologías más diversas. Firmada por dos gigantes de la moda, una carta de 2017 excluyó de las pasarelas y anuncios publicitarios a las modelos talla 32 o menores de 16 años, ya que el movimiento "body positive", impulsado por las redes sociales, hizo posible que se vieran modelos de tallas grandes. Sin duda, estos avances deben reconocerse, aunque sean excluyentes para aquellas que, como hemos visto, son muchas que usan tallas 34-36 o 48-50. Las modelos de talla 40-42 están lejos de ser representativas en las pasarelas, como señala Alexandra Van Houtte, fundadora de Tagwalk, al New York Times. La base de datos del buscador especializado en moda solo enumera, hasta la fecha, tres modelos de talla mediana, cuya talla oscila entre la 40 y la 44 (M y L), frente a más de 80 modelos denominadas "curve", cuya talla es superior a la 44.

La reciente Semana de la Moda, celebrada en septiembre y octubre de 2022, también fue criticada por haber revivido cierto culto a la delgadez. Algo que no es ajeno al regreso de la moda de los 2000 y, por tanto, de las siluetas que la representan para lucir pantalones de tiro bajo, minifalda y demás crop tops en boga durante esta década. La influencer por excelencia, Kim Kardashian, quien confesó haber perdido varios kilos para encajar en el vestido de Marilyn Monroe para la Met Gala, y cuya silueta ha cambiado considerablemente, probablemente tampoco sea ajena a ello. Como resultado, según la creadora de Tagwalk, más de la mitad de los desfiles no incluyeron modelos que no usaran las tallas 32-34 (talla XS).


Una nueva batalla



Aunque las modelos de tallas grandes o "curve" tienen ahora una mayor representación en las pasarelas de las casas de moda más importantes, ahora parece necesario, si no imprescindible, resaltar el cuerpo de la mayoría de las mujeres. La modelo Jill Kortleve está aportando su granito de arena para cambiar la situación. La joven, que durante mucho tiempo ha intentado ajustarse a los cánones de la moda de lujo, fue durante un tiempo considerada por las grandes casas y diseñadores como una modelo de tallas grandes, si bien usa una talla 42. La modelo holandesa ya se ha integrado al estrecho círculo de modelos aclamadas por estas marcas mundialmente famosas, y ahora desfila regularmente para Chanel, Jacquemus, Alexander McQueen o Coperni, pero ella es solo una de las raras excepciones que confirman la regla.

En redes sociales, particularmente en TikTok, la resistencia se está organizando de forma lenta, pero segura. A través de los hashtags dedicados a la talla mediana, hay vídeos en forma de tutoriales para ayudar a las mujeres a encontrar cortes y piezas adaptadas a sus morfologías, pero también mucho contenido que demuestra la molestia al respecto. Para algunas, se trata de evocar los complejos ligados a la ausencia de las tallas 40 y 42 en la moda, y para otras de hablar de la dificultad de encontrar estas tallas en determinadas tiendas. También están quienes hablan de las prendas que tienen en sus armarios a pesar de que no van con su figura, por la vergüenza que les da la idea de escoger piezas de la sección de talla 42. Una gran variedad de cuestiones que demuestran que la moda aún no ha dejado atrás sus aspectos negativos, a pesar de su propensión a decir que ha iniciado su transformación para volverse más inclusiva.
 

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