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Ana Ibáñez
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6 may. 2021
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Adidas pone a la venta Reebok en medio de tensiones con el mercado chino por los uigures

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Ana Ibáñez
Publicado el
6 may. 2021

La venta de Reebok por parte del grupo alemán Adidas, confirmada en el primer trimestre, entra ya en su fase operativa. Esta venta podría aportar unos 1000 millones de euros al grupo dirigido por Kasper Rorsted, según fuentes de Reuters. El número dos mundial del sector deportivo ha puesto en marcha la operación con una subasta, según han confirmado tres fuentes a Reuters, que afirma que las negociaciones probablemente se vean afectadas por las tensiones surgidas en torno a la situación de la minoría uigur en la región occidental china de Xinjiang.


Cardi B para Reebok - Reebok


Adidas, al igual que otras marcas occidentales, se ha visto afectada por una campaña de desprestigio en el mercado chino tras comprometerse en 2020 a no utilizar más algodón procedente de Xinjiang, región en la que varias investigaciones afirman que esta materia estaba manchada por el trabajo forzado de la minoría uigur. Pekín lo niega.

¿Qué significa esto para el futuro de Reebok? Pues, sencillamente, este contexto podría obligar a cuestionarse la rapidez y vivacidad de algunos intereses asiáticos. Según Reuters, Adidas habría solicitado que la primera ronda de ofertas se presente la próxima semana. Se esperan ofertas de los grupos chinos Anta Sports, que en 2019 adquirió Amer Sports (Salomon, Arc'Teryx...) y Li Ning, pero también de la coreana Fila, según fuentes de esta agencia. Para los compradores chinos, el atractivo podría verse disminuido por el boicot a las marcas de moda occidentales en el país. Las marcas sufren la retirada de sus productos de las plataformas de comercio electrónico y las oleadas de críticas en las redes sociales. Otro ejemplo es la Media Maratón de Shanghái, que en abril dejó de proporcionar camisetas de Adidas a los corredores.

¿Fondos como candidatos?



Sin embargo, pueden estar posicionándose otros candidatos para hacerse con Reebok. También hay rumores que el grupo estadounidense de calzado Wolverine, propietario de las marcas deportivas Merrell y Saucony, está dispuesto a pujar. Es probable que inversores financieros como TPG, Sycamore, Cerberus y Apollo también se sumen a la contienda, atraídos por el potencial de recuperación de Reebok. Las fuentes estiman que la marca debería ser deficitaria en 2021 y que el año que viene obtendrá unos beneficios básicos "ligeramente positivos". Adidas ha declinado hacer comentarios. Los posibles postores tampoco han querido hacer declaraciones o no estaban disponibles para hacerlos.

Según las mismas fuentes, Adidas pretende vender Reebok sobre la base de unos beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda) de más de 200 millones de euros para 2025, con un crecimiento anual de ingresos previsto del 10 %.

Desde que asumió el cargo de CEO en 2016, Kasper Rorsted ha trabajado duro para mejorar significativamente los ratios de Reebok, lo que supuso también una drástica revisión de la red de tiendas en Estados Unidos. Al mismo tiempo, la marca ha revisado su oferta de estilo de vida, ha centrado su propuesta deportiva en el entrenamiento y ha vuelto a unificar su oferta bajo un mismo logotipo, tras haber probado dos logotipos diferentes para sus propuestas deportivas y urbanas. Esta propuesta, más coherente, se respalda en la creación de colaboraciones con famosos como Cardi B y ha confiado la dirección creativa al diseñador Kerby Jean-Raymond.

Sin embargo, Reebok registró un descenso de ventas en 2020 de más del 19 %, hasta situarse en los 1400 millones de euros. Una cifra que está muy lejos de los 3000 millones de euros de ventas que obtuvo la marca cuando fue adquirida por Adidas en 2005.

Adidas compró la marca estadounidense por 3800 millones de dólares (3100 millones de euros) al estadounidense Paul Fireman, que en 1979 volvió a reactivar la marca de Portland. El grupo alemán pensaba que esta adquisición le ayudaría a competir con su gran rival Nike, especialmente en el mercado estadounidense, donde le costaba crecer. En ese momento, Adidas facturaba 5800 millones de euros. Adidas tenía un beneficio operativo de 583 millones de euros y Reebok de 237 millones. La marca de las tres rayas estaba entonces muy consolidada en los deportes de rendimiento en Europa y Reebok tenía un aura de lifestyle y una fuerte presencia en varios deportes estadounidenses, sobre todo en el baloncesto. Ventajas que Adidas fue asumiendo directamente. Reebok se centraba en el mundo del fitness.

En los últimos 15 años, Reebok no ha sido capaz de alcanzar realmente un nivel de resultados e impulso dentro del grupo alemán, y ha estado en el punto de mira de los inversores que critican un precio de compra demasiado elevado y han pedido reiteradamente su venta. Al final, han ganado. ¿Sabrá el nuevo comprador aprovechar mejor los puntos fuertes de Rebook?


Con Reuters

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