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28 mar. 2018
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¿Es el alquiler el futuro de la moda y el lujo?

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28 mar. 2018

Los cofundadores del gigante chino Alibaba, Jack Ma y Joe Tsai, acaban de invertir 20 millones de dólares en el portal de alquiler Rent The Runway, que que ya recaudó  60 millones de dólares el año pasado. Unos días antes, François-Henri Pinault anunciaba que Kering está poniendo a prueba su propio modelo de alquiler mediante suscripción. Y no son los únicos signos de acercamiento a este nuevo tipo de consumo varios años después de su aparición en la red.


Los fundadores de Alibaba han invertido 20 millones de dólares en Rent the Runway - Rent the Runway


Rent the Runway, que nació en 2009, cuenta hoy en día con seis millones de miembros en Estados Unidos. Su fundadora, Jennifer Hyman, recuerda que al principio era difícil contentar a los clientes, pero lo más difícil era convencer a las marcas. Su escepticismo se fue diluyendo poco a poco con el éxito del concepto, un éxito supuestamente vinculado al aumento simultáneo de la fast fashion. "Cuando compras en la tienda una camisa por 20 dólares que sabes que se va a desintegrar, en realidad, eso ya es de algún modo una especie alquiler", explica Jennyfer Hyman. "Fueron las marcas las que introdujeron al consumidor mundial en este concepto de moda de usar y tirar ".

Una aceleración del consumo que ya ha hecho aflorar las ventas de segunda mano. Su público, que no tienen ningún problema en que la ropa ya haya sido usado, es evidentemente el principal objetivo del alquiler de ropa, así como de las suscripciones a estos servicios, una opción que este mercado baraja cada vez más. Por eso no es raro ver a algunos actores de estas ventas de ocasión dar el paso hacia estas transacciones efímeras. Es el caso de un portal, Instantluxe, creado en 2009 y adquirido en 2016 por el grupo Galeries Lafayette, que puso en marcha en 2017 su propia oferta de alquiler, limitada en prime lugar a la marroquinería.

"Queremos dar respuesta a un nuevo hábito" nos explica la CEO de Instantluxe, Yann Le Floc’h, para quien el mercado de segunda mano ha sido un factor clave para abrir paso a este cambio. "Cuando pusimos en marcha la plataforma, muchos desconfiaban de la estrategia. Hoy parece una idea inteligente en los tiempos que corren". Y resalta además que algunos clientes alquilan para probar el artículo antes de comprarlo finalmente. "En 2008, comprábamos un producto de lujo con la idea de transmisión. Actualmente se ve más bien como una inversión. El alquiler subraya hasta qué punto "la posesión" desaparece en beneficio del "uso".


Instantluxe, especializado en el mercado de segunda mano, puso en marcha su oferta de alquiler en noviembre - InstantLuxe


Una evolución que a la larga podría implicar importantes cambios en el modelo de negocio, según opina Julie El Ghouzzi, directora del Centre du Luxe et de la Création, que ve en esta evolución el punto culminante de la sociedad de consumo. "Es un consumo que se libera de la posesión", subraya la especialista. El ansia de poseer está bien para los coleccionistas, para alguien que siente afecto por los objetos en particular. Pero hay muchas mujeres que renuevan el armario a menudo, en el que previamente se habían dedicado a almacenar cosas. Hemos visto aflorar las ventas entre particulares, las webs especializadas... El alquiler puede convertirse en una herramienta magnífica de fidelización: si dejo de ser una compradora de Saint Laurent y me convierto en una abonada a Saint Laurent, cambia mi relación con la marca. No se trata de posicionarse en la posesión o el alquiler, sino, más bien, en modelos híbridos ".

Estos nuevos modelos implican también nuevos comportamientos: el alquiler es menos habitual en prendas básicas y atemporales. Al menos esa es la constante a la que llegan gran número de especialistas. "En la tienda somos más racionales, pensamos más, podemos enamorarnos del abrigo de flores, pero acabamos comprando el azul marino, más clásico", nos explica Ingrid Brochard, cofundadora de Panoply City, que actualmente maneja una nueva recogida de fondos y pronto se instalará Galeries Lafayette. "El alquiler requiere menos compromiso y permite a las mujeres potenciar su estilo, salen de su zona de confort. Además las redes sociales las animan a ello, ya que quieren mostrar una renovación constante ".

El alquiler permite a las marcas llegar a un público nuevo, y también abre nuevas posibilidades a los diseños más atrevidos de las colecciones. Pero para ello es necesario crear herramientas tecnológicas costosas. Tanto a nivel logístico, para satisfacer a una población experta en envíos y devoluciones fáciles, como de datos "esencial para comprender las expectativas de los clientes y dar respuestas a las expectativas propias del alquiler", según Yann le Floc’h. "A muchas marcas no les interesa por las grandes inversiones logísticas que conlleva" responde por su parte Ingrid Brochard, que explica que varias casas de moda se pusieron en contacto para operar como marca blanca.


El showroom de Panoply City en la rue Royale (París VIIIe) - Panoply City


El interés mostrado por Kering y Alibaba en el alquiler, anticipa una etapa de desarrollo que se intensifica en el sector. La gran pregunta es cuál será la relación de fuerzas entre marcas y pure players, sabiendo que los primeros venden ahora más ropa en línea que los segundos. "Esto podría significar (para los pure players) el acercamiento entre competidores, tanto en Europa, como en China o  Estados Unidos", según explica la directora de Panoply City, que se alegra del impulso que podría dar Kering. "Cuantos más actores hay en un segmento, más existe el segmento", resume por su parte Yann Le Floc’h. Las únicas certezas son: que el concepto de suscripción se encontrará probablemente en el corazón de las ofertas, al menos una vez que los alquiladores potenciales sean numerosos.

A más largo plazo, el mayor peso del alquiler plantea la cuestión del futuro del negocio de las cajas, que basándose en el mismo principio de suscripción, tendrán un contenido potencialmente menos costoso y menos satisfactorio que el alquiler puro. Además, el alquiler por sí mismo ofrece varios modelos potenciales, tal y como muestran Dressing Avenue y Les Cachotières (alquiler entre particulares), Le Closet (alquiler de cajas), L'Habibliothèque (posicionamiento joven), Sac de Luxe (marroquinería) o 1 Robe pour 1 Soir (eventos).

Otro impacto a tener en cuenta será la alteración del concepto propio de producto de lujo, ya que el alquiler hará que lo inaccesible se encuentre un poco más al alcance de la mano. Un concepto de lujo que ya ha cambiado mucho en la última década. "El lujo se ha viso alterado por la moda, que le obliga a renovarse sin cesar", explica Julie El Ghouzzi. "Eso hace que el lujo se vuelva más efímero, lo que resulta bastante paradójico. Y es esta parte del lujo, y no el alto lujo, la que va a tender hacia el alquiler. Dependiendo de si la pasión es por la marca o por el objeto, cambiará la perspectiva. Al superar el obstáculo del consumo puro, se abre un gran número de posibilidades. Sobre todo para las casas".
 

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