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Ana Ibáñez
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21 jul. 2020
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​Boohoo, Next y Asos piden un sistema de licencias para fábricas para acabar con los abusos

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Ana Ibáñez
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21 jul. 2020

Los minoristas de Reino Unido instan al Gobierno a tomar medidas tras el escándalo de la fábrica de ropa de Leicester. El grupo Boohoo, situado en el ojo del huracán, y otras empresas reclaman un sistema de licencias para las fábricas del sector textil. 


Boohoo


La empresa reclama un plan de licencias que garantice que las fábricas son aptas para el comercio y su director general, John Lyttle, ha remitido una carta al ministro del Interior explicando que es necesario realizar un "esfuerzo conjunto entre la industria y el gobierno" para reajustar la industria de la confección de Reino Unido y "ofrecer un incentivo para que minoristas y marcas inviertan en ella".

Por su parte, varios de los principales minoristas de moda y 50 diputados británicos se han hecho eco de ese sentimiento y han enviado una misiva a Priti Patel a través del Consorcio Minorista Británico (BRC) y el Grupo Parlamentario de Todos los Partidos (APPG) para moda y textiles.

Entre los minoristas se encuentran Next, M&S, Asos, River Island, New Look, Asda, Joules, Matalan, Morrison, N Brown, Very Group y Missguided.

Según se informa, Patel está analizando la respuesta oficial a las acusaciones de mala praxis en las fábricas de ropa de Leicester y baraja un posible endurecimiento de las normas en torno a la esclavitud moderna. El escándalo salió a la luz como resultado de una investigación realizada por el Sunday Times sobre los salarios bajos, pero también por los temores ante un inadecuado distanciamiento social tras convertirse Leicester en el primer (y único hasta la fecha) lugar de Reino Unido en sufrir un confinamiento local tras un aumento de casos de coronavirus. 


Sistema de licencias y moda rápida



Boohoo plantea que un esquema de licencias es la mejor solución posible, ya que aumentaría los muy necesarios ingresos fiscales y crearía una barrera para los "negocios deshonestos".

Lyttle explica que un plan de este tipo debería tratar cuestiones como la protección de los trabajadores contra el trabajo forzoso y otras formas de malos tratos, el sistema de esclavitud por deudas, el cumplimiento del salario mínimo, además de otras cuestiones como impuestos, salud y seguridad.

El modelo de negocio de Boohoo se basa en la moda barata y en una respuesta rápida a las tendencias, y la empresa fabrica gran parte de su oferta en Reino Unido para conseguirlo. Hay informes que sugieren que hasta un 7 % de su producción podría estar en manos de subcontratas no controladas. Boohoo no da el trabajo directamente a estas empresas, sino que se cuelan mediante lagunas durante el escrutinio de su cadena de suministro.

Los analistas de Credit Suisse estiman que su capacidad para rastrear el origen de los productos que vende es peor que la de otras grandes compañías como H&M o Inditex.

Boohoo ya ha iniciado una investigación y ha invertido millones de libras en mejorar su cadena de suministro, además de reafirmar su compromiso con la fabricación en Reino Unido. 

Por su parte, la carta remitida por el BRC y los minoristas comparte muchos de esos puntos y declara que es necesario actuar rápidamente para evitar que miles de personas más se enfrenten a la explotación. Boohoo no firmó la carta pero su CEO respalda su contenido.

La directora ejecutiva del BRC, Helen Dickinson, dijo que el organismo ha pedido al Gobierno que tome medidas sobre dicha explotación en numerosas ocasiones y aunque "no existe un remedio milagroso", la concesión de licencias supondría un paso adelante.

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