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25 abr. 2012
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Una científica alemana crea seda a partir de leche agria no apta para el consumo

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Europa Press
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25 abr. 2012

MADRID - La microbióloga alemana Anke Domaske ha logrado crear una fibra natural, similar a la seda, a partir de leche agria no apta para el consumo. Según ha explicado la científica se trata de una forma de producción "fácil y ecológica" y ha resaltado que las prendas creadas a base de este material tienen "propiedades antialérgicas".


Confección tradicional de seda / Foto: Corbis


Según ha explicado Domaske, en una entrevista a la BBC, esta fibra se obtiene tan fácil "como hornear" cualquier pastel. La clave está en una proteína, llamada caseína, que aparece en estado sólido en la leche cuando ésta se agría. La caseína se seca a hasta formar una especie de harina que, posteriormente, se mezcla con agua y se amasa para obtener la seda.

Todo este proceso ha llegado después de "dos años" de trabajo e investigación, según ha apuntado la microbióloga alemana, que ha explicado que su primera prenda de fibra de leche fue creada en 2010 y desde entonces continúa "perfeccionando" el producto.

A pesar de ello, hay voces que aseguran que a su trabajo aún le queda por hacer. Algunos críticos señalan que la fibra de leche no es tan duradera como otras y que la producción láctea convencional tiene de por sí un impacto negativo sobre el medio ambiente.

En este sentido, Domaske ha indicado que utilizar leche podrida para hacer ropa es aprovechar un producto que, de otro modo, se habría desechado. Además, ha explicado que el proceso de creación es rápido y tiene un consumo bajo de agua, si se compara con la producción de otros textiles.

Así, ha apuntado que, mientras se necesitan unos dos litros de agua para producir un kilo del textil de leche, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) estima que se necesitan unos 20.000 litros de agua para la misma cantidad de algodón.

La creación de Domaske es la más avanzada, pero no la única. En la primera mitad del siglo XX se registraron casos similares en los que se produjeron fibras a base de leche. La alemana ha destacado que en esos casos la fibra contenía una alta producción de químicos y era muy costosa. "Ahora es mucho más sencilla y ecológica", ha concluido.

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